El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo al primer ministro Benjamín Netanyahu en una conversación telefónica este domingo que el flujo de ayuda humanitaria hacia Gaza debe “aumentar inmediata y significativamente”, informó The Times of Israel.
Durante el fin de semana, Israel reabrió el segundo de las tres líneas de agua a la Franja de Gaza, pero el 90% del flujo de agua en Gaza es de origen propio y pasa por plantas de desalinización que no han podido funcionar debido a la falta de combustible.
Israel dice que Hamás está desviando combustible del uso civil y se ha negado a permitir suministros adicionales desde que estalló la guerra.
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Las Naciones Unidas advirtieron este domingo que el “orden civil” estaba comenzando a colapsar en Gaza después de que miles de personas saquearan sus almacenes de alimentos en el enclave devastado por la guerra dirigido por Hamás.
La cuestión surgió durante la llamada de Biden a Netanyahu sobre los últimos acontecimientos en la guerra de Gaza, y el presidente “subrayó la necesidad de aumentar inmediata y significativamente el flujo de asistencia humanitaria para satisfacer las necesidades de los civiles en Gaza”, según la Casa Blanca.
El resto de la lectura refrendó puntos de conversación anteriores de la Casa Blanca sobre la guerra. Biden “reiteró que Israel tiene todo el derecho y la responsabilidad de defender a sus ciudadanos del terrorismo y subrayó la necesidad de hacerlo de manera consistente con el derecho internacional humanitario que prioriza la protección de los civiles”.
Los dos también “discutieron los esfuerzos en curso para localizar y asegurar la liberación de rehenes, incluidos ciudadanos estadounidenses cuyo paradero sigue desaparecido y que pueden estar retenidos por Hamás“, y que acordaron “permanecer en consultas periódicas tanto directamente como a través de sus respectivos equipos de seguridad nacional”.
Las FDI aumentaron dramáticamente su presencia en la Franja de Gaza desde el viernes, tres semanas desde que unos 2500 terroristas de Hamás irrumpieron en Israel, matando a 1400 personas, tomando a más de 200 rehenes e hiriendo a más de 5400 personas, la gran mayoría de ellos civiles.
En respuesta, las FDI lanzaron la Operación Espadas de Hierro y prometieron erradicar a Hamás de Gaza, donde ha gobernado desde 2007, y liberar a los rehenes.
“Ha habido miles de muertes de civiles palestinos en este conflicto y eso es una tragedia absoluta”, dijo este domingo el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, en una entrevista con CNN, convirtiéndose en el primer funcionario estadounidense en dar una cifra general de muertes de civiles en Gaza desde el inicio de la guerra el 7 de octubre.
“Esas personas no merecían morir. Esas personas merecen vivir una vida en paz, seguridad y dignidad”, añadió.
Según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, dirigido por Hamás, unos 8000 palestinos han muerto desde el inicio de la guerra.
Sin embargo, estas cifras no pueden verificarse de forma independiente y se cree que incluyen tanto a civiles como a miembros de Hamás muertos en Gaza, incluso como consecuencia de fallos de lanzamiento de cohetes por parte de los propios grupos terroristas.
En su entrevista del domingo, Sullivan también confirmó que las negociaciones sobre rehenes están “en curso” y que Estados Unidos está en contacto cada hora con Israel y sus socios regionales para asegurar su liberación.
“Aunque hemos empezado a ver a Israel actuar sobre el terreno, eso no ha cambiado nuestra opinión básica de que esto tiene que seguir siendo una prioridad absoluta”, afirmó.
“Es imposible entender por lo que están pasando sin conocer el destino de sus seres queridos”, dijo Sullivan, refiriéndose a la difícil situación de las familias de los rehenes.
“Es algo que nos pesa emocionalmente, pero estamos tratando de mantenernos lo más concentrados y lúcidos posible para lograr el objetivo de traer a la gente a casa”, continuó.
Sullivan añadió que uno de los propósitos de las pausas humanitarias que Estados Unidos ha estado impulsando en los combates en Gaza es que los rehenes sean liberados de forma segura.
También confirmó que Estados Unidos está trabajando para sacar a los varios cientos de ciudadanos estadounidenses que quieren salir de Gaza, un objetivo que no se ha cumplido.
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