Dan Hirsch Fischer, mexicano que hizo Aliá en 2011, celebró su compromiso el jueves 5 de octubre. Hoy, este ex alumno del colegio Tarbut se encuentra en uniforme, en el Norte :”No sabemos cuánto va a durar, qué va a pasar si se va a entrar a pie, no se va a entrar a pie. Si vamos a estar aquí una semana o un mes”, dice en un video que envía desde el frente.

Su vida cambió debido a una tragedia que marcará por siempre el destino del Pueblo judío: el terrible 7 de octubre, la masacre de Hamás a civiles de los poblados fronterizos de Gaza.

Y le tocó a Hirsch llevar a periodistas al Kibutz Beeri y en las bases militares donde, debido al hecho de que los cuerpos son   quemados, deformados o decapitados, estos se llevaron a identificar.

 

Este es su testimonio:

“ Muchos me preguntan cómo estoy. Mi respuesta es “bien, gracias. Ahí vamos. Vamos mejorando. Pero creo que es importante que la gente realmente sepa qué está pasando.

No estamos bien.

Gracias a Dios, logramos recuperarnos, dentro de lo que se puede, de ese sábado negro del 7 de octubre. Pero no sé si la palabra estoy bien.

Puedo describir lo que es comprometerse un jueves, y el sábado, cuando le quieres contar a la gente, en el teléfono ves una masacre de más de mil personas.

Ves que tu país está en guerra.

Ves que gente con la que trabajaste fue asesinada en la masacre. Ves que todo lo que conociste está revuelto y en caos.

Después de un intensa búsqueda por llegar a Israel, logré volar desde Estados Unidos.

Y al llegar a Israel, uno quiere apoyar. Busqué cómo apoyar. En este momento, el ejército estaba repleto. No pude llegar a a los refuerzos.

Pero tuve, no sé si llamarlo el privilegio o la desgracia, de acompañar a un grupo de periodistas argentinos que entraron a lugares donde civiles no pueden entrar.

Si en Kibutz Beeri, donde fue la masacre; si en el lugar donde tienen los cuerpos que no han identificado. Y quise hacerlo, primero que nada, para que el mundo sepa. Poder llevar a gente que lleve esto al mundo y que el mundo pueda saber lo que pasó acá.

Segundo, quise ver con mis propios ojos cosas que era difícil creer.

Y sí fue difícil, fue difícil ver cuerpos que te enseñan una bolsa blanca y dicen:

“Parece basura, pero es porque son partes que encontramos y por eso no tienen una forma específica. Son partes de cuerpos. Una bolsa tan pequeñita es un bebé sin cabeza.

Imágenes difíciles en el kibutz. El olor a sangre. Casas quemadas. El jardín de niños destruido. Lleno de balas. Mesas volteadas. Y después, finalmente, después de dos semanas, estar en Israel y que empezó esta guerra, logré también llegar al ejército y poder ayudar dentro de lo que se puede.

Y no. La situación no es tan fácil. No sabemos cuánto va a durar, qué va a pasar si se va a entrar a pie, no se va a entrar a pie. Si vamos a estar aquí una semana o un mes. Entonces lo que creo que es importante es que el mundo sepa:

Sí somos fuertes. Seguimos optimistas y luchamos por salir adelante. Por esta razón, la situación no es tan sencilla como se ve. Gracias a todos.

Siempre que se preguntan cómo estoy, cómo están mis seres queridos, si estoy bien, si hay algo que pueda hacer para ayudar. Esto es lo que les pido que puedan hacer.

Es rezar y compartir este video y todos los videos que vean que demuestren lo que se hizo a Israel y que intenten enseñar al mundo lo que está pasando.

Todos los que necesiten más información, videos que compartir en español o en otros idiomas, con gusto pueden escribirme, enviarme mensajes, seguirme en redes, lo que sea (@dan.turismoisrael).

Pero que el mundo sepa quién es realmente Hamás. Y que el mundo nos apoye para terminar esto lo antes posible.

Muchas gracias a todos”.


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