Las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron este viernes que sus tropas hallaron el cuerpo de la soldado israelí Noa Marciano cerca del Hospital Shifa en Gaza, informó The Jerusalem Post.

Tras un proceso de identificación del personal médico militar y el rabinato, representantes de las FDI informaron a su familia que su cuerpo había sido extraído y devuelto a territorio israelí.

Marciano, de 19 años, de la ciudad de Modi’in, sirvió como observadora en la base de Nahal Oz. El pasado lunes, Hamás publicó un video de la soldado en cautiverio, más de cinco semanas después de que fuera secuestrada el 7 de octubre. El ejército israelí confirmó su muerte horas después.

El cuerpo de Marciano fue localizado cerca del cuerpo de Judith Weiss, quien fue secuestrada desde su casa en el Kibutz Be’eri mientras su marido era asesinado.

“Nuestros corazones están con la familia Marciano, cuya hija, Noa, fue brutalmente secuestrada por la organización terrorista Hamás. Las FDI y todos los organismos pertinentes seguirán apoyando a su familia, así como a todos los familiares de los secuestrados y desaparecidos. Estamos utilizando todos los medios, tanto de inteligencia como operativos, para traer a los rehenes a casa”.

“La tarea nacional que tenemos ante nuestros ojos es localizar a los desaparecidos y devolver a los secuestrados a sus hogares. Las FDI están operando en ccordinación con las instituciones nacionales y de seguridad pertinentes para llevar a cabo estas tareas. No cesaremos en nuestra misión hasta completarla”, dijo el ejército.

Hamás retiene a casi 240 rehenes que fueron tomados cautivos el 7 de octubre en violación del derecho internacional. Según los informes, Israel y Hamás están en conversaciones, a través de Catar, sobre un posible acuerdo para la liberación de aproximadamente 50 rehenes a cambio de una pausa de tres días en los combates.

La familia Marciano ha sido una de las principales familias en su lucha por la liberación de los rehenes.

“Nuestros hijos están ahí”, dijo Avi Marciano, padre de Noa, durante la marcha de cinco días desde Tel Aviv a Jerusalén en la que participan miles de personas.

“Fuimos abandonados una vez durante el sábado negro. Fuimos abandonados por segunda vez cuando nos informaron de la muerte de Noa. No podemos permitir que el gobierno israelí nos abandone por tercera vez”.

Adí Marciano comentó en una entrevista al diario Yediot Aharonot que habló con su hija Noa por última vez la mañana del ataque del 7 de octubre, a las 7:30 a.m. “Dijo que estaba en un refugio, dijo que hubo una incursión”.

Más tarde, según su madre, Noa susurró: “Necesito colgar, necesito guardar silencio”.

“No escuché ningún grito ni disparos, después de media hora envié un mensaje, ella no respondió”, finalizó Adí.

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