Ross Stevens, un donante de la Universidad de Pensilvania, decide retirar una donación valorada en alrededor de 100 millones de dólares en protesta contra la respuesta de la institución al antisemitismo en el campus, informó Axios el jueves.

Según el informe, la gota que colmó el vaso para Stevens, fundador y director ejecutivo de Stone Ridge Asset Management, fue el testimonio de la presidenta de UPenn el martes ante el Congreso, que ha sido ampliamente criticado, informó Israel National News.

Ross Stevens, fundador y director ejecutivo de Stone Ridge Asset Management, retira una donación de 100 millones de dólares tras el testimonio de la presidenta de UPenn ante el Congreso.

Presidenta de la Universidad de Pensilvania, Liz Magill

Junto con varios rectores de universidades, Magill esquivó una pregunta de la representante Elise Stefanik sobre si “pedir el genocidio de los judíos” va contra los respectivos códigos de conducta de las universidades.

El obsequio de Stevens, un alumno universitario de la Universidad de Pensilvania, se realizó en diciembre de 2017 para ayudar a establecer un centro de innovación en finanzas, según Axios.

Fue en forma de unidades de sociedad limitada en Stone Ridge, con el valor actual estimado en alrededor de $100 millones.

En una carta de sus abogados a la universidad, Stevens alega que la escuela ha violado los términos del acuerdo de sociedad limitada, incluidas sus políticas contra la discriminación y el acoso.

En ella escribió que el “enfoque permisivo de la UPenn hacia el discurso de odio que llama a la violencia contra los judíos y la actitud de laissez faire hacia el acoso y la discriminación contra los estudiantes judíos violaría cualquier política de normas que prohíban el acoso y la discriminación basada en la religión, incluidas las de Stone Ridge”.

Magill intentó el miércoles aclarar su conducta durante la audiencia en el Congreso y afirmó que en ella “no se centró”  en “el hecho irrefutable de que un llamado al genocidio del pueblo judío es un llamado a una de las violencias más terribles que el ser humano puede perpetrar. Es malvado, simple y llanamente”.

Días después, Magill presentó voluntariamente su dimisión como presidenta de la institución académica, si bien seguirá siendo miembro titular de la Facultad de Derecho en la Universidad.

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