El Primer Ministro Benjamín Netanyahu rechazó los planes de Estados Unidos de colocar una Autoridad Palestina reformada en Gaza una vez que termine la campaña militar de Israel para expulsar a Gaza.
“Gaza no será ni Hamastán ni Fatahstán”, afirmó el martes.
Netanyahu habló mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se enfrenta a una mayor presión para lograr que Israel detenga la guerra de Gaza, provocada por la infiltración de Hamás en el sur de Israel y la matanza de más de 1.200 personas y la toma de unos 250 rehenes, según The Jerusalem Post.
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Estados Unidos ha respaldado la campaña militar de Israel, enviando asistencia militar y financiera. Vetó una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pedía un alto el fuego humanitario y que no condenaba a Hamás.
Relaciones americano-israelíes
Netanyahu agradeció a la administración Biden. “Aprecio mucho el apoyo estadounidense a la destrucción de Hamás y la devolución de nuestros rehenes.
“Tras un intenso diálogo con el presidente Biden y su equipo, recibimos pleno respaldo para la incursión terrestre y el bloqueo de la presión internacional para detener la guerra”, dijo Netanyahu.
“Sí, hay desacuerdo sobre ‘el día después de Hamás‘ y espero que lleguemos a un acuerdo también en esto”, explicó.
“Me gustaría aclarar mi posición: no permitiré que Israel repita el error de Oslo“, dijo Netanyahu al señalar el Acuerdo de 1993 que un año después permitió la creación del organismo de gobierno llamado Autoridad Palestina.
La Autoridad Palestina gobierna las zonas A y B de Cisjordania y hasta 2007 también operó en Gaza, pero Hamás la expulsó del enclave mediante un sangriento golpe de estado. Esto se produjo tras la retirada del ejército de Israel de Gaza y la destrucción de 21 asentamientos allí en 2005.
Netanyahu ha explicado que Hamás no puede gobernar Gaza después de la guerra, pero tampoco la Autoridad Palestina, particularmente debido a su política de proporcionar estipendios financieros mensuales a los terroristas y sus familias.
“Después del gran sacrificio de nuestros civiles y nuestros soldados, no permitiré la entrada a Gaza de quienes educan para el terrorismo, apoyan el terrorismo y financian el terrorismo”, dijo Netanyahu.
Menos de un día después de que el presidente estadounidense Joe Biden anunciara su apoyo público a Israel y su guerra contra Gaza, advirtió que tal vez no fuera posible extender ese respaldo a largo plazo.
En la fiesta anual de Janucá en la Casa Blanca, Biden dijo: “Seguimos brindando asistencia militar [a las FDI] hasta que se deshagan de Hamás, pero hay que tener cuidado, yo tengo que tener cuidado”.
“El mundo entero, la opinión pública, puede cambiar de la noche a la mañana, no se puede permitir que eso suceda”, añadió.
El lunes temprano, un pequeño grupo de manifestantes judíos coreó frente a la Casa Blanca: “Biden, Biden elige un bando, alto el fuego, no genocidio”. Hamás ha afirmado que cerca de 18.000 palestinos han muerto como resultado de la violencia relacionada con la guerra en Gaza, Israel explica que 7.000 de esas víctimas mortales son combatientes. La mayoría de los 2,3 millones de residentes de Gaza han sido desplazados debido a la guerra y la ayuda humanitaria no ha podido satisfacer las necesidades de la población.
En Israel, la líder del Partido Laborista, Merav Mijaeli, dijo: “Durante 30 años Netanyahu ha estado culpando a Oslo, y durante más de 16 de ellos ha sido primer ministro.
“No canceló Oslo, continuó con Oslo y lo utilizó para incitar y mantenerse en el poder. Nunca se le ocurrió otra solución y lo que sí se le ocurrió fue un fracaso espantoso y terrible.
“El camino de Oslo es el camino que necesita el Estado de Israel: un acuerdo político para poner fin al conflicto. Hasta que lleguemos allí, seguiremos a Bibi y nos perderemos”, dijo.
Días después, Mijaeli anunció que deja la política y el partido celebrará elecciones primarias por el liderazgo en los próximos cuatro meses.
El diputado laborista, Gilad Kariv, acogió con satisfacción la decisión de Mijaeli, diciendo que “refleja la voluntad de la gran mayoría de los miembros y votantes del partido.
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