El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, visitó Tel Aviv y se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, informó The Times of Israel.

Reiteró el respaldo de Estados Unidos a la guerra de Israel contra Hamás, al tiempo que pidió aumentar la ayuda humanitaria que ingresa a la Franja, aunque se negó a establecer un cronograma para la operación israelí en curso.

En comentarios públicos, Austin no llegó a hacer ninguna sugerencia sobre cómo concluir la guerra y ofreció pocas críticas al número de muertos en Gaza, diciendo que Estados Unidos seguirá apoyando la guerra de Israel contra Hamás y enviándole municiones y otra ayuda de defensa.

Pero aprovechó una conferencia de prensa para alentar por una solución de dos Estados –algo que el actual gobierno israelí ha rechazado– y también emitió una advertencia a Israel sobre la creciente violencia en Judea y Samaria.

Durante una reunión en Tel Aviv, Austin dijo a Netanyahu que el “compromiso de Estados Unidos con Israel es inquebrantable”, señalando que era su cuarta visita al país como secretario de Defensa y la segunda desde el 7 de octubre.

“El compromiso de Estados Unidos con Israel es inquebrantable y ningún grupo o Estado individual debería poner a prueba nuestra determinación”.

Austin dijo que cuando se trata de la amenaza de ataques a barcos en el Mar Rojo por parte de los hutíes de Yemen, Estados Unidos está “liderando un grupo de trabajo marítimo multinacional para defender el principio fundamental de la libertad de navegación. El apoyo de Irán a los ataques hutíes contra buques comerciales debe cesar”.

Y en una conferencia de prensa posterior junto a Gallant, Austin dijo que los ataques de los hutíes son “imprudentes, peligrosos y violan el derecho internacional” y dijo que organizaría una reunión virtual el lunes con ministros “para abordar esta amenaza… de una manera significativa”.

También pidió a Hezbolá en el Líbano “que se asegure de no hacer cosas que provoquen un conflicto más amplio”.

Austin prometió seguir proporcionando a Israel “el equipo que necesita para defender su país”, citando municiones, vehículos tácticos y sistemas de defensa aérea, en comentarios a Netanyahu.

Dijo que Estados Unidos estaba trabajando para liberar a todos los rehenes, incluidos los ciudadanos estadounidenses que aún están detenidos, así como para “apoyar mejor a Israel en el camino hacia una seguridad duradera, y eso significa abordar primero las necesidades urgentes”.

Austin dijo que debe llegar “más asistencia humanitaria” a los civiles de Gaza, “y debemos distribuir mejor esa ayuda”.

Agradeció a Netanyahu por las “iniciativas recientes”, una probable referencia a que Israel aceptó reabrir el cruce de Kerem Shalom hacia Gaza para la entrega de ayuda, “y con suerte eso nos permitirá avanzar aún más”.

A puertas cerradas, se esperaba que el jefe de defensa estadounidense presionase a los funcionarios israelíes para que consideraran poner fin a las principales operaciones de combate en Gaza, retirar la mayoría de las tropas terrestres y pasar a operaciones más específicas destinadas a eliminar a los líderes de Hamás, destruir túneles y rescatar rehenes.

Pero cuando se le preguntó en una conferencia de prensa sobre ese cronograma, Austin dijo que “esta es la operación de Israel, y no estoy aquí para dictar cronogramas o términos. Nuestro apoyo [al] derecho de Israel a defenderse es férreo, como me han oído decir varias veces, y eso no va a cambiar”.

En respuesta a una pregunta, Gallant dijo que “no hay un reloj corriendo” sobre los logros de la guerra, “pero necesitamos llegar a diferentes resultados sobre el terreno antes de pasar a la siguiente fase”.

Gallant dijo que las FDI “continuarán operando en diferentes niveles de intensidad según la situación en la región”, y agregó que pronto Israel “podrá distinguir entre diferentes áreas en Gaza”, y una vez que haya designado ciertas áreas como libres de Hamás, puede trabajar para “hacer una transición gradual a la siguiente fase y comenzar a trabajar para recuperar a la población local”.

Cuando se le preguntó sobre las víctimas civiles de la operación militar de Israel, Austin dijo que Gaza es un espacio de batalla complejo, con una población densa, y “eso hace que sea muy, muy difícil llevar a cabo cualquier operación militar”.

Además, señaló, Hamás utiliza habitualmente a civiles como escudos humanos y lucha “cerca de hospitales, mezquitas, iglesias, lo que sea. Eso aumenta la complejidad”.

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