Irán ha estado “profundamente involucrado” en la planificación de ataques de los rebeldes hutíes de Yemen contra buques comerciales en el Mar Rojo, dijo el viernes la administración Biden, intensificando su retórica contra Teherán en medio de la creciente crisis que rodea los esfuerzos marítimos globales.
Washington intensifica la retórica y desclasifica la inteligencia que vincula a Teherán con la ruptura de una ruta marítima clave, pero se abstiene de volver a designar a los hutíes como grupo terrorista.
Citando inteligencia estadounidense recientemente desclasificada, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson, dijo en una declaración que Irán está proporcionando armas, financiación, entrenamiento e “inteligencia táctica” para permitir los ataques a lo largo del crítico corredor marítimo, de acuerdo a una publicación de The Times of Israel.
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“El apoyo iraní durante toda la crisis de Gaza ha permitido a los hutíes lanzar ataques contra Israel y objetivos marítimos, aunque a menudo Irán ha delegado la toma de decisiones operativas a los hutíes“, dijo Watson.
“Desde 2015, Irán ha transferido sistemas de armas avanzados a los hutíes, incluidos sistemas aéreos no tripulados, misiles de crucero de ataque terrestre y misiles balísticos que se han utilizado en ataques contra embarcaciones marítimas, incluidas embarcaciones comerciales sin vínculos conocidos con Israel, y en ataques contra Israel desde octubre”, reveló.
Sin el continuo apoyo iraní, “los hutíes tendrían dificultades para rastrear y atacar eficazmente a los buques comerciales”, dijo Watson.
Irán, que ha apoyado durante mucho tiempo a los rebeldes yemeníes, ha proporcionado sistemas aéreos no tripulados, misiles de crucero y misiles balísticos a los hutíes, incluidos los utilizados en recientes ataques a buques comerciales y militares e intentos de ataques contra Israel, según la evaluación de Estados Unidos.
“No tenemos ninguna razón para creer que Irán esté tratando de disuadir a los hutíes de este comportamiento imprudente”, dijo Watson.
La campaña hutí ha provocado que una lista cada vez mayor de empresas detengan sus operaciones en la principal ruta comercial.
Estados Unidos ha establecido una coalición naval para proteger la ruta marítima mundial del Mar Rojo. Sin embargo, la administración Biden aún no ha dado el paso de revertir su decisión de desclasificar a los hutíes como organización terrorista. Los funcionarios estadounidenses dicen que Washington todavía está considerando la medida.
Mientras tanto, el jueves, Grecia anunció que se uniría a la coalición naval liderada por Estados Unidos.
Australia también anunció el jueves que enviaría 11 personas para apoyar a la coalición, denominada Operación Guardián de la Prosperidad, pero ningún buque de guerra ni aviones.
El Ministro de Defensa australiano, Richard Marles, dijo que el ejército australiano debe mantenerse centrado en la región del Pacífico.
El grupo de trabajo anunciado el lunes por el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, incluía inicialmente a Gran Bretaña, Baréin, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Seychelles y España.
Los hutíes, respaldados por Irán, dicen que sus ataques con misiles y drones contra buques portacontenedores que pasan son en apoyo a los palestinos en la guerra de Gaza que libra entre Israel y el grupo terrorista Hamás desde el 7 de octubre. El grupo rebelde yemení había anunciado que atacaría cualquier barco que se dirigiera a Israel o estuviera vinculado a él, aunque también se han atacado varios buques sin conexión aparente con Israel.
Varios otros países también han aceptado participar en la operación, pero prefieren no ser nombrados públicamente, dijo el lunes un funcionario de defensa estadounidense bajo condición de anonimato para discutir detalles adicionales de la nueva misión que no han sido anunciados públicamente.
La guerra estalló cuando terroristas de Hamás irrumpieron en la frontera con la Franja de Gaza y perpetraron un ataque devastador contra Israel y la consiguiente campaña militar con la que respondió Israel con el objetivo de destruir a Hamás y liberar a los rehenes.
Los ataques hutíes en aguas que conducen al Canal de Suez, un punto de estrangulamiento para alrededor del 10 por ciento del comercio mundial, han obligado a muchas compañías navieras a desviar sus buques.
Las compañías han ordenado a sus barcos que se mantengan en el lugar y no entren en el estrecho de Bab el-Mandeb, en el extremo sur del Mar Rojo, hasta que se pueda abordar la situación de seguridad.
Un día después de que Austin anunciara la operación del grupo de trabajo, los rebeldes hutíes prometieron continuar los ataques a los barcos, declarando que la coalición naval no los disuadiría.
Los hutíes también lanzaron misiles y drones contra el sur de Israel, que fueron interceptados por sistemas de defensa aérea.
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