Israel nombró este domingo al expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Aharon Barak, como su incorporación al panel de la Corte Internacional de Justicia que esta semana escuchará una acusación de genocidio contra Jerusalén, informó Reuters.
Según las reglas de la Corte Internacional de Justicia, un Estado que no tiene un juez de su nacionalidad en el cargo puede elegir un juez ad hoc para que se encargue de su caso.
Barak, un defensor del activismo de la Corte Suprema, fue una figura que atrajo los reflectores este año debido a la reforma judicial del gobierno de Benjamín Netanyahu.
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Un opositor firme a la reforma, los simpatizantes del gobierno vieron a Barak como una figura hostil a la administración y lo acusan de ser responsable hace años de la situación judicial que empujo a la necesidad del plan legislativo.
Cuando Barak presidió la Corte Suprema de Justicia, entre 1995 y 2006, abogó por una doctrina en la que los jueces tuvieran en sus decisiones judiciales un impacto en la sociedad y su funcionamiento más allá de meramente aplicar la ley.
Barak también fue Fiscal General de Israel entre 1975 y 1978, luego de lo cual ingresó como juez a la Corte Suprema.
Además de su prominente carrera judicial, Barak es un académico de reconocimiento internacional debido a su influencia en el campo del activisimo judicial.
La llegada del caso de Israel a la Corte Internacional de Justicia es debido a un señalamiento de Sudáfrica en su contra, en el que lo acusa de genocidio en Gaza.
En su solicitud, Sudáfrica pidió a la Corte que emita medidas cautelares, o de corto plazo, ordenando a Israel que detenga su campaña militar en Gaza, que dijo que son “necesarias en este caso para proteger contra daños mayores, graves e irreparables a los derechos del pueblo palestino”.
Sudáfrica también ha nombrado un juez ad hoc, el ex vicepresidente Dikgang Moseneke, dijeron medios sudafricanos.
El país africano presentará su caso el jueves e Israel lo hará el jueves.
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