Es con profunda preocupación y un llamado urgente a la acción que nos dirigimos a ustedes, a los y las ciudadanas como nosotras. El terrorismo es una amenaza para TODOS y TODAS. Su flagelo es una amenaza constante para la paz y la seguridad mundial, desafiando los cimientos mismos sobre los que descansan nuestros valores humanitarios.
RAQUEL SCHLOSSER, JESSICA FLEITMAN, TAMARA KOLANGUI, BETINA HAIAT
La gravedad de la existencia del terrorismo no puede ser subestimada. Cada acto terrorista no solo inflige un sufrimiento inmenso en las comunidades directamente afectadas. El terrorismo es una afrenta directa a la dignidad humana y a los derechos fundamentales que todos merecemos.
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isis, al qaeda, boka haram, jihad islámica, hezbolá (minúsculas obligadas), fueron responsables del ataque a las Torres Gemelas en EUA, a la estación de tren de Atocha en Madrid, del secuestro de cientos de niñas para la tortura del matrimonio infantil en África, y de múltiples atentados en todo el mundo, en Irán recientemente también. Tienen también presencia en Latinoamérica y vínculos con los cárteles, así como en Europa. Siempre atacan a la población civil. De estos atentados hay muchas familias en duelo permanente, personas lisiadas de por vida en el alma y el cuerpo. Entre sus víctimas civiles pueden estar en riesgo también las personas que amamos.
Las consecuencias de las amenazas del terrorismo son vastas y desafiantes; abarcan desde la pérdida de vidas inocentes hasta la desestabilización de regiones enteras. Los cimientos de la sociedad son sacudidos, y la posibilidad de un futuro pacífico se ve desafiada.
Como ciudadanos del mundo, debemos estar informados y comprometernos activamente en la lucha contra el terrorismo. La conciencia pública y la solidaridad global son esenciales para construir un frente unido contra esta amenaza que no conoce fronteras.
Hace 100 días, el 7 de octubre negro, la organización terrorista hamás (minúsculas obligadas), masacró a la población civil israelí: bebés, niños y niñas, jóvenes, mujeres, ancianos, hombres; asesinando, quemando vivas personas, decapitando, violando, secuestrando y torturando a población inocente. Asesinaron cara a cara 1200 personas civiles, con las manos ensangrentadas, con los dientes; hirieron a 5000 más, y quienes huyeron fueron testigos de la masacre de jóvenes del festival de música, con las imágenes salvajes grabadas por ellos mismos para la posteridad. Asesinaron bebes frente a las madres, y madres y padres frente a las y los hijos. Su víctima más pequeña fue un bebé al que sacaron del vientre de su madre. Tomaron como rehenes bebes, infantes, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos. Les torturaron, violaron, desnutrieron, drogaron…
Al unirnos como comunidad global, podemos y debemos abogar por un mundo en el que el terrorismo no tenga cabida. La preservación de la paz y la seguridad mundial es responsabilidad nuestra también. Somos los primeros afectados. Las y los ciudadanos merecemos un mundo mejor.
Hemos perdido la confianza en las instituciones. Los líderes y representantes de las Naciones Unidas han socava la confianza en nuestras instituciones globales y han debilitado los lazos entre naciones. No han tomado medidas decisivas para acabar este peligro a la existencia con un Consejo de Seguridad inoperante. Somos nosotros quienes debemos exigirles y ser líderes de nuestro destino de pacificación. Las instituciones deberían proteger y defender la sociedad que queremos. No podemos permitir que los movimientos terroristas sigan destruyendo nuestra humanidad.
La educación y la promoción de los valores de tolerancia y respeto son herramientas poderosas para contrarrestar la propaganda y la radicalización para construir sociedades más justas. Las que merecemos.
Te invitamos a que hagas un compromiso para abordar este desafío apremiante, y confiamos en que, juntos, podemos construir un futuro más seguro y pacífico para las generaciones venideras.
Alcemos la voz porque el silencio nos hace cómplices.
Alcemos la voz porque queremos vivir en un mundo digno y seguro.
Como madre, lucha por la dignidad humana de tus hijos e hijas. Tienes la prueba de que los terroristas de hamás transgredieron los límites de la vida privada, la zona que crees que es de seguridad. Una vez instalados, no tienen límites. Tenemos que unirnos. No queremos a nuestras/os hijas/os en riesgo.
Como padre, te exhorto a que levantes tu voz y te opongas a los ataques de violencia sexual. ¡Sabes de los que son capaces!. Vejaron los cuerpos de la hijas y mujeres sin respeto. Nuestros retoños necesitan un mundo más seguro, lo que es imposible con el terrorismo.
Como docente, rebélate en contra de la educación a la niñez que promueve el odio, la violencia y los prejuicios. Promueve la dignidad humana, la tolerancia y el respeto. Es prevención profunda lo que necesitamos. Invierte en un futuro por amor al Nosotros.
Como mujer, levanta tu voz en contra del uso y abuso del cuerpo de mujer como botín de guerra. exijamos incansablemente que se haga justicia con las mujeres, niñas y niños israelíes. Tu voz hablará por las que fueron silenciadas. Arropa con tus acciones a las que están en riesgo: nosotras, nuestras hijas e hijos. Cada una de esas jóvenes pudo haber sido tu sangre.
Como hija e hijo, pronúnciate por la protección de los derechos de la niñez. UNICEF no hizo nada por las y los pequeños secuestrados. Grita y reprueba la inmoralidad al privar de la libertad y torturar a las y los rehenes. Los grupos terroristas no pueden tener cabida en la sociedad libre.
Como joven, es tu turno de levantar la voz en memoria de quienes fueron silenciados para siempre, de manera despiadada, en el festival de música por la paz. La inhumanidad contra los de tu edad, ha quedado ya comprobada. Únete a grupos que quierasn un mundo mejor; cuida tu integridad y tu futuro.
Como feminista, es vital defender los Cuerpos de Mujer. Condena el silencio y tibieza de muchos grupos que no hablaron ante las violaciones de las mujeres y niñas israelies. Tranformamos el lenguaje con perspectiva de género para ser incluyentes por los que no podemos discriminar en nuestro movimiento. Levanta la voz para hacer valer la lucha y los logros para TODAS. El terrorismo ataca y somete a las mujeres, no tiene fronteras, la histroria actual lo ha demostrado.
Como periodista, ha sido vergonzoso e inmoral el manejo de los medios que promueven la desinformación y los prejuicios. Investiga a fondo antes de difundir una mentira. El terrorismo se fortalece cuando crea división con falsificaciones de la realidad. Si quieres un mundo más pacífico, elige lo que nos une, no lo que nos separa.
Como comunicador/a de las redes sociales, no permitas que pesen más los likes que la verdad. Distingue entre el discurso de odio y el de la libre expresión. Son diferentes. El lenguaje de odio suscita acciones inhumanas. Defender el que no haya lenguaje de odio antisemita, significa también defender el mundo libre. Usa la palabra con respeto a la dignida.
Como trabajador/a de salud mental, conoces las secuelas miserables a largo plazo de la tortura psicológica y física, de los duelos, las desapariciones, de la violencia sexual. Cuando la integridad humana es transgredida como pudimos constatar en cada acto terrorista, las consecuencias son multigeneracionales. Tenemos que evitar a toda costa que se repita. No hay psicología que alcance para sanar el tatuaje de la maldad.
Como personas, debemos ser empáticos con el sufrimiento de las víctimas, es lo mínimo que se esperaría de una sociedad compasiva y comprensiva. Nada justifica el ataque indiscriminado contra civiles. Abramos el corazón y recordemos que la ideología de los terroristas arraza con la población civil sin distinción.
Como abuela o abuelo, sabes por tu experiencia vital sobre las consecuencias a largo plazo de las violencias. Necesitamos gritarlo para proteger a las generaciones venideras y condenar la planeación perversa de los terroristas para dejar heridas abiertas drenando dolor por generaciones. Tu voz cuenta porque quieres ver crecer a tu descendencia.
Como activista te pido nos unamos para que los organismos internacionales se coloquen del lado correcto de la historia, su complicidad con los terroristas nos deja en riesgo a toda la sociedad libre.
Debemos defender a la humanidad y dejar un legado diferente
EXIJAMOS QUE SE DENUNCIE
CADA ACTO TERRORISTA
COMO UN
CRIMEN DE LESA HUMANIDAD
Tenemos la esperanza de construir una paz donde se alcen las voces de la ciudadanía unida y se defienda la humanidad, en contra de las acciones inmorales del terrorismo y el discurso de odio.
Seamos los protagonistas de la paz que anhelamos,
de la justicia que perseguimos y del respeto que merecemos, cada persona
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