Un alto funcionario de Hamás, Khaled Mashaal, descartó la posibilidad de una solución de dos Estados y dijo que el ataque del 7 de octubre contra Israel demostró que liberar Palestina “desde el río hasta el mar” es una idea realista.

En una entrevista con el podcaster kuwaití Ammar Taki la semana pasada, Mashaal, exlíder del grupo terrorista, dijo que existe “casi un consenso” entre los palestinos de que no renunciarán a sus derechos sobre la tierra que se extiende “desde el río Jordán al Mar Mediterráneo”, es decir, Judea y Samaria, Gaza y todo Israel.

Mashaal señaló que el lema también es coreado regularmente en mítines por “estudiantes estadounidenses y en las capitales europeas”, y dijo que el ataque del 7 de octubre ha “reavivado ese sueño”, según una traducción de MEMRI.

Rechazó categóricamente la opción de un acuerdo político con Israel y una solución de dos Estados al conflicto, con el argumento de que implicaría reconocer la legitimidad del Estado de Israel, una línea roja “inaceptable” para el movimiento terrorista.

Afirmó además que, si bien Hamás ha aceptado un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967 en un intento por “establecer un terreno común” en el contexto del diálogo de reconciliación con otras facciones palestinas a lo largo de los años (en especial su histórico rival Fatah), no renunciará su ambición de liberar la totalidad de la “Palestina” histórica, incluido el territorio del Estado de Israel.

Mashaal dijo en la entrevista que estar en el poder en Gaza durante los últimos 17 años le había proporcionado a Hamás “cobertura política y administrativa” para construir su infraestructura terrorista sin ser perturbada por la Autoridad Palestina o Israel, y fabricar armas, cavar túneles y entrenar a sus miembros.

El entrevistador comentó que las condiciones antes del ataque del 7 de octubre eran mucho mejores para los civiles de Gaza, que podían llevar una vida normal, ir al mercado y acceder a servicios como escuelas y hospitales.

“Todo ha quedado destrozado, miles de personas han muerto y los habitantes de Gaza no pueden encontrar comida, agua ni combustible. Toda la infraestructura está destruida”, afirmó el entrevistador.

Mashaal replicó que la vida en Gaza antes del 7 de octubre era como en una prisión, y que la Franja estaba “muriendo una muerte lenta” debido al bloqueo de 17 años impuesto por Israel y Egipto tras el golpe de estado del grupo terrorista en 2007.

“No había libertad en Gaza. Había una aparente estabilidad, pero la vida no era buena. Los palestinos no están interesados en mejorar sus vidas bajo la ocupación”, afirmó.

Mashaal, que sobrevivió a un intento de asesinato israelí en 1997, nunca residió en Gaza y solo la visitó brevemente en 2012.

Creció en Judea y Samaria y Kuwait, pasó años como funcionario de Hamás en Jordania y Siria, y ha sido residente de Catar durante más de una década, llevando una vida lujosa lejos de las dificultades de Gaza. Su patrimonio neto se estima en 5 mil millones de dólares.

Su fabulosa riqueza, como la de otros líderes de Hamás, se acumuló a lo largo de los años mediante impuestos aplicados a los bienes introducidos de contrabando en Gaza desde el Sinaí y donaciones internacionales, principalmente de Catar.

Al abordar el elevado número de muertos en Gaza, Mashaal se desligó de su responsabilidad por la pérdida de vidas civiles.

Dijo que “la resistencia no puede evitar pérdidas humanas”, haciéndose eco de los comentarios que había hecho en los días posteriores al 7 de octubre, cuando dijo que los palestinos necesitarán sacrificar vidas para liberarse.

Citó a Argelia como ejemplo, señalando que “sacrificó a seis millones de mártires” en su lucha por la liberación durante todo el período de la colonización francesa.

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