El pasado domingo 28 de enero tuvimos la oportunidad y privilegio de participar en nuestro magno evento inmersivo 100 Anyos y Kontando, que brilló como una estrella en el firmamento y que nos emocionó profundamente al tocarnos fibras sensibles de nuestros corazones y de nuestras almas.

DAVID SARFATI

En el Templo Rabí Yehudá Halevy , fuimos transportados de una manera sutil, bella, muy emotiva y dinámica a través de nuestra historia, con la participación de casi 100 personas en el estrado, entre niños, adolescentes, jóvenes y adultos de todas las edades, que con entusiasmo y entrega se comprometieron a ser parte de esta aventura.

En nuestro evento, revivimos la migración a México de nuestros antepasados, cruzando los mares para llegar al Puerto de Veracruz a principios del siglo XX, donde encontraron una nueva vida y futuro para todos nosotros, sus herederos. Acto seguido, surgieron nuestros líderes visionarios, que, de manera propositiva, valiente y decisiva, fundaron nuestra Comunidad y construyeron nuestro porvenir.

Con las emociones a flor de piel y muchos, con lágrimas de alegría y nostalgia en nuestros ojos, atestiguamos la construcción de nuestro querido Templo Rabí Yehudá Halevy en la calle de Monterrey, así como la fundación y construcción del primer plantel de nuestro querido Colegio Hebreo Sefaradí en la calle de Mayorazgo, ahora Adolfo Prieto 133, así como de nuestro construir continuo. De manera inmersiva, vimos pasar generaciones enteras de nuestros líderes y familias, de década en década, por nuestro transitar en estos primeros 100 años de vida en Comunidad, se exaltaron nuestra cultura, tradiciones, idioma y valores de unión, identidad, pertenencia, religión, apoyo mutuo y sionismo.

El evento inició con un sublime amanecer, con influencias otomanas y españolas, raíces de nuestra Comunidad. Nuestros actores mos rekodraron a muestros nonos, sus miedos y vicisitudes al separarse de sus familias al abordar el vapor en el que cruzarían la mar.

Nuestros niños marcharon en escolta, portando los uniformes del Colegio de todos los tiempos para rendir honores a la bandera, a la vez que nuestras jovencitas representaron la cultura mexicana y las tradiciones de nuestro hermoso país, ¡México!

El acto nos condujo de periodo en periodo de nuestro desarrollo, pasando también por la etapa amarga de la segunda guerra mundial y por la alegría, orgullo y emoción de la creación del estado de Israel.

Nos emocionamos, lloramos, reímos, nos alegramos y disfrutamos de una experiencia inmersiva bien conceptualizada, creada y dirigida por una de nuestras hijas, la escritora, actriz y directora escénica, Fanny Sarfati Mizrahi, quien supo atraer y liderar a mucho talento, profesional y voluntario, a quien le deseamos que le siga brillando la estrella que la caracteriza.

Es de agradecer y reconocer el esfuerzo, trabajo y dedicación de las más de 150 personas involucradas, voluntarios y profesionales, para el éxito de esta conmemoración histórica.

¡Que sea en hora buena! ¡Sigamos escribiendo y contando nuestra historia!

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