El camino tanto de la ética como el de la espiritualidad casi siempre son difíciles para el que decide tomarlos, pues obligan a la persona a cuestionarse constantemente las decisiones que ha tomado en su vida. Esto puede ocasionar que el individuo realmente se abstraiga de su realidad y deje de vivir en el presente que lo rodea. Casi ninguna filosofía pide esto y tristemente casi todas te llevan a ello en su práctica. Es por eso que la subjetividad, la apreciación individual de nuestro entorno es tan importante porque es el verdadero lazo entre lo que pensamos y lo que vivimos. Hay muchas formas en que la Torá nos advierte de no sacrificar la realidad por el pensamiento, la vida por la creencia. Una forma bella me parece el enfásis que hacen los versículos cuando privilegian la Torá del gesed (del amor) por encima de la Torá del emet (de la verdad). Rab Sacks menciona un poco de esto en su platica “Torah of Truth and Kindness”.

La Torá del Gesed y la Torá del Emet

La Torá del Gesed (la Torá del amor y la bondad) es la Torá que llevamos a nuestras vidas, que parte de la sintonía con nuestro entorno y un estar presente con lo que nos rodea. La Torá del Emet surge mucho del pensamiento y del estudio. Rab Sacks resalta que en el Tanaj siempre que aparece las cualidades de Emet y de Gesed juntas, en todas las ocasiones, se menciona primero al Gesed.

Cuando Eliezer le pide a D-os que le ayude a encontrar una mujer adecuada para Isaac, pide primero por el Gesed de D-os y después por su Emet. Cuando Jacobo cruza el Jordan para encontrarse con su hermano Esau, nuevamente agradece a D-os todas las bondades que le ha dado y menciona la cualidad del Gesed antes que el Emet, al igual que Moises cuando se dirige a D-os a través de los 13 atributos divinos en el Sinaí.

La Torá de las mujeres

Otro elemento relevante es que esta Torá se asocia con la feminidad, mientras que el Emet se asocia con la masculinidad. En el Eshet Jail, el canto que se hace en Shabat a la mujer virtuosa, se menciona que su boca se abre con sabiduría y el gesed se encuentra en su lengua. Mientras que en Malaji se refiere a la boca del cohen como poseedora de la Torá del Emet. Según el midrash que rab Sacks ZL analiza, la Torá le fue dada primero a las mujeres, pues la Torá es primero antes que nada viviente.