Enlace Judío – Uno de los momentos más emblemáticos de la Torá que impactó de forma significativa en el destino del pueblo judío, e incluso ha sido un símbolo para numerosas culturas, es el instante en que Moisés decide subir nuevamente al Monte Sinaí para pedir el perdón divino. Tras el Becerro de Oro, D-os iba a aniquilar a la nación de Israel e incluso propone a Moisés hacer brotar de él una nueva generación que obedezca los mandatos. Sin embargo, nuestro líder se niega y ruega por el bien del pueblo; pide ser borrado junto con ellos en caso de que el aniquilamiento ocurra.

Eso lleva a que D-os frene su ira, Moisés rompa las tablas y vuelva a subir al monte 40 días para pedir por el perdón. Al final de ese periodo D-os perdona al pueblo y se instaura Yom Kipur como un día de recuerdo; mientras que los 40 días previos (del primero de elul al diez de tishrei) tradicionalmente se reconocen como una época teshuva (es decir, días de arrepentimiento, mejora y enmienda). Nos encontramos en ese momento del calendario judío. Actualmente estamos viviendo la épica que Moisés efectuó en su segunda subida al Monte Sinaí. Dentro de ella, los Trece Atributos que D-os le revela son de suma importancia.

Los Trece Atributos de D-os

Algo muy sorprendente de esa historia es que cuando Moisés finalmente obtiene el perdón para el pueblo judío, en lugar de frenar sus rezos y regresar al campamento (habiendo obtenido su objetivo) el líder sigue rezando y pidiendo por cosas que a primera instancia parecerían insignificativas o egoístas. Le pide a D-os “ver Su Gloria” y le pide “conocer Sus caminos”.

D-os le responde y le enseña trece nombres los cuales conocemos como los Trece Atributos de D-os o los Trece Atributos Divinos. Son las formas en que vemos a D-os en el mundo y las formas en que podemos acercarnos a Él.

“Hashem, Hashem, D-os benevolente, compasivo, clemente, tardío para la ira, abundante en misericordia y verdad, preserva misericordia a millares, perdonando la iniquidad, rebelión y pecado, y Él limpia…” (Exodo 34: 6 – 7)

Algunas consideraciones

Este pasaje es curioso por varias razones: 1) ¿Por qué en medio de una tragedia como la del Becerro de Oro Moisés le pide explicaciones de esta índole a D-os, cómo se relaciona la pregunta con el resto de la historia? 2) ¿Qué son realmente los atributos, qué implica que sean los caminos de D-os?

Los motivos de Moisés. La cercanía de D-os a Israel

Según lo menciona Maimónides, Moisés pide ver Su Gloria porque el no sentir la Presencia Divina fue lo que llevó a los judíos a pecar con el Becerro de Oro. Le está pidiendo a D-os que se haga presente entre la gente del pueblo, le está pidiendo un recurso al cual los judíos puedan recurrir para acercarse cada vez que lo necesiten. En palabras de rab. Sacks “Moisés estaba haciendo su plegaria más audaz”, estaba pidiendo por la cercanía de D-os.

“He was, in effect, saying to God: What the people need is not for me to be close to them… They need You to be close to them.” (The Closeness of God)

[Trad: Estaba, en efecto, diciéndole a D-os: lo que la gente necesita no es que yo esté cerca de ellos… Necesitan que Tú estés cerca de ellos.]

La gente necesitaba sentir Su cercanía más que Su grandeza:

“The people needed, said Moses, to experience not the greatness of God but the closeness of God, not God heard in thunder and lightning at the top of the mountain, but as a perpetual presence in the valley below […] not only at unrepeatable moments in the form of miracles, but regularly, on a daily basis, and not only as a force that threatens to obliterate all it touches, but as a presence that can be sensed in the heart of the camp.

We cannot see God’s face; we cannot understand God’s ways; but we can encounter God’s glory whenever we build a home for His presence here on earth.” (The Closeness of God)

[Trad: “El pueblo necesitaba, dijo Moisés, experimentar no la grandeza de D-os sino la cercanía de D-os, no a D-os en los truenos y relámpagos de la cima de la montaña, sino como una presencia perpetua en el valle de abajo […] no sólo en momentos irrepetibles en forma de milagros, sino cotidianamente, día a día, y no sólo como una fuerza que amenaza con borrar todo lo que toca, sino como una presencia que se puede sentir en el corazón del campamento.

No podemos ver el rostro de Dios; no podemos entender sus caminos; pero podemos encontrarnos con la gloria de Dios siempre que construyamos un hogar para su presencia aquí en la tierra.”]

Esto representa para rab Sacks el milagro más grande de la espiritualidad judía, su misterio y paradoja más profunda:

“No religion has ever held God higher, but none has ever felt Him closer […] Many nations worship God, but Jews are the only people to count themselves His close relatives (‘My child, My firstborn, Israel’ – Ex. 4:22).

[Trad: Ninguna religión ha tenido a D-os más alto, pero ninguna lo ha sentido más cerca […] Muchas naciones adoran a D-os, pero los judíos son el único pueblo que se considera Su pariente cercano (‘Mi hijo, Mi primogénito, Israel’ – Ex. 4:22)]

“No one before the birth of Judaism ever envisaged God in such abstract and awe-inspiring ways: God is more distant than the furthest star and more eternal than time itself. Yet no religion has ever felt God to be closer … God’s relationship with Israel, said the prophets, is like that between a parent and a child, or between a husband and a wife.”

[Trad: Nadie antes del nacimiento del judaísmo había imaginado a D-os de un modo tan abstracto y sobrecogedor: D-os está más lejos que la estrella más lejana y es más eterno que el tiempo mismo. Sin embargo, ninguna religión ha sentido nunca a D-os más cerca… La relación de Dios con Israel, decían los profetas, es como la que existe entre un padre y un hijo, o entre un marido y una mujer].

Emular a D-os a través de los atributos

Según Maimónides los nombres no son realmente atributos como tal, el hombre no puede conocer a D-os y por lo tanto no puede asignarle atributos. Son más bien formas en las que D-os actúa dentro del mundo. Bajo este pensamiento y para el Talmud también, la única forma real de conocer a D-os es imitarlo. Por lo cual los Trece Atributos Divinos no sólo son muestra de la existencia divina, también son características que podemos nosotros mismos procurar en nuestras vidas.

El mundo como espejo

Este concepto es muy profundo, no sólo nos habla de D-os; en realidad nos habla de nosotros y del mundo. Quien ve al mundo como un lugar azaroso y vengativo prontamente se comporta de esa manera o llega a una terrible decepción. La tradición judía al decirnos que éstos son los atributos divinos, nos está diciendo que ésta es la base del mundo, que el mundo está construido bajo los principios que los atributos enseñan. Es el antídoto más grande hacia la maldad, hacia la decepción, hacia el rencor. Nos invita a imitar un mundo que en esencia es generoso.

En ello hay algunos consejos que la rebetzin Tziporah Heller nos da y podemos escuchar.

Algunos consejos de rebetzin Tziporah Heller

Qué la compasión sea tu primera respuesta

La repetición del nombre de D-os en los pasajes de los Atributos Divinos representa misericordia. Nos dice que la base del mundo es la compasión y la misericordia. Rebetzin Heller nos recomienda emular esta característica; que nuestra primer cualidad frente al hombre, frente al mundo, sea la compasión. La apertura a ayudar al prójimo, a escucharlo, a pensar bien de él.

Hazlo por ti no por el otro

Los nombres también demuestran eternidad. D-os no cambia cambia el hombre, las respuestas diversas que nosotros recibimos del mundo no implican que D-os cambie, implica que nosotros para nuestro crecimiento necesitamos distintas respuestas. Así mismo uno debe aprender a ser bondadoso independientemente de la respuesta que obtenga de los demás, esto no implica ponerse en situaciones de abuso, de peligro, auto-represión o cualquier forma de acción que implique un daño para uno mismo pero sí implica actuar de forma independiente hacer las cosas porque creemos que son correctas.

También implica despersonalizar las reacciones de los demás cuando una persona nos ofende, podemos ver que lo hace por las faltas que el otro tiene y no aferrarnos a una lucha de poder.

Aprende a dar

El atributo de Janun es el atributo de bondad. D-os da sin pedir nada a cambio. D-os vierte vida infinita a hacia la existencia y D-os nutre a todo ser vivo. Si bien nunca podremos imitarlo a Él a esa magnitud, sí podemos aprender a dar. Dar por el gusto de dar. Dar sin esperar nada a cambio de a quien damos.

Ser cálidos

Finalmente la cualidad de Misericordia “Rajum” implica la forma en que D-os acoge al mundo, se le compara con una serie de matrices comunicadas. Uno puede ser cálido con los demás, puede ser una persona de confianza y seguridad para el otro.

¿Cómo se conectan los Atributos con esta época del año?

Como se mencionó anteriormente nos encontramos en el mes de elul, es decir dentro de los 40 días durante los cuales Moisés subió al Monte Sinaí por segunda vez. Es el tiempo en que precisamente intentamos emular a D-os. Uno de los cambios más grandes que hacemos en nuestros hábitos es la inclusión de selijot (rezos especiales) en nuestras plegarias matutinas. En el centro de ellas se encuentran los Trece Atributos; los decimos y recordamos continuamente a lo largo del texto.