La atracción de Donald Trump por dictadores notorios, tanto del pasado como del presente, y su deseo de ser uno de los “grandes” fueron una fuente de frustración para él durante toda su presidencia, ya que los límites de sus poderes le impidieron ser más como ellos, asegura un nuevo libro.

En un extracto de su nuevo libro The Return of Great Powers, publicado este martes, el autor Jim Sciutto relató haber hablado con varios miembros del antiguo personal de Trump, todos los cuales corroboraron que con frecuencia lo escuchaban elogiar a personas como Kim Jong Un de Corea del Norte, Vladimir Putin de Rusia, Xi Jinping de China y, en más de una ocasión, el líder nazi Adolf Hitler, recogió The Times of Israel.

Si bien Trump frecuentemente elogiaba públicamente a los principales autócratas durante su presidencia y más allá (incluso la semana pasada cuando le dijo a una multitud de fanáticos entusiastas que “no hay nadie mejor, más inteligente o mejor líder que Viktor Orbán [de Hungría]”), el extracto del libro de Scuitto indicó que a menudo era más efusivo en privado.

“Pensó que Putin era una buena persona y Kim era una buena persona, que habíamos arrinconado a Corea del Norte“, dijo a Sciutto el exjefe de gabinete de Trump, el general retirado John Kelly, explicando su teoría de que la admiración de Trump por los notorios antiestadounidenses líderes surge de su deseo de ejercer el mismo poder que ellos.

Cuando Trump llegó al poder en 2016, Sciutto cuenta que Kelly dijo: “Estaba sorprendido de no tener poderes de tipo dictatorial… miraba a Putin, a Xi y a ese loco de Corea del Norte como personas que eran como él en términos de ser un tipo duro”.

“No es un tipo duro en absoluto, sino todo lo contrario”, estipuló Kelly. “Pero así es como él se ve a sí mismo”.

En una ocasión, Kelly le dijo a Sciutto que el ex presidente reflexionó que “Hitler hizo algunas cosas buenas” y lo elogió por reconstruir la economía de Alemania después de la Primera Guerra Mundial.

Por otra parte, también se dijo que el expresidente lamentó que su personal no le era ta “leal” como los nazis lo eran a Hitler.

Kelly había contado previamente la admiración de Trump por la política económica del fascista alemán en el libro de 2021 Frankly, We Did Win This Election de Michael Bender, y su descontento por la percibida falta de lealtad en una entrevista con The New Yorker en 2022.

Haciéndose eco de su acuerdo con el razonamiento de Kelly sobre por qué Trump tiene en tan alta estima a tantos líderes mundiales polémicos, el exasesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, le dijo a Sciutto que el expresidente “se ve a sí mismo como un gran tipo”.

“Le gusta tratar con otros grandes, y los grandes como Erdogan en Turquía pueden encarcelar a la gente y no hay que pedir permiso a nadie. A él le gusta eso”, dijo Bolton.

Mientras Trump se prepara para una tercera temporada de elecciones presidenciales, en la que espera vencer al actual presidente estadounidense Joe Biden, ha aumentado su admiración por los líderes autoritarios y su disgusto por algunos de los aliados más importantes de Estados Unidos.

En febrero, Trump afirmó que una vez había advertido que permitiría a Rusia hacer lo que quisiera con los países miembros de la OTAN que considera “morosos” en sus contribuciones monetarias a la alianza internacional.

Sus comentarios fueron duramente criticados por Biden, quien los calificó de “antiestadounidenses” y “peligrosos”, y por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

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