Cuatro meses después de ser liberado de su cautiverio en Gaza, Eitan Yahalomi celebró su Bar Mitzvá, pero la ocasión fue lejos de ser alegre, dijo su madre a la AFP.

En una entrevista con medios internacionales, Bat Sheva Yahalomi dijo que su hijo todavía tiene pesadillas y no ha podido volver a su vida normal.

“Es fuerte, pero no está bien, aún está reviviendo los horrores del 7 de octubre”, señaló.

Eitan, que entonces tenía 12 años, fue secuestrado en el Kibutz Nir Oz. Su madre y sus dos hermanas menores también fueron secuestradas, pero huyeron al caer de la motocicleta de su captor.

El padre de Eitan, Ohad, también capturado el 7 de octubre, aún está cautivo en Gaza.

Ohad Yahalomi
Ohad Yahalomi, secuestrado en el Kibutz Nir Oz (Cortesía)

A pesar de la precaria situación, Bat Sheva dijo que quería revelar los horrores que vivió su hijo.

“Primero lo golpearon, luego lo metieron solo en una celda con barrotes y lo dejaron solo durante 16 días vigilado por hombres armados de Hamás. Lo obligaron a ver películas que decían haber filmado el 7 de octubre y cuando lloraba lo amenazaban con un arma”, dijo.

“Bajo vigilancia constante y en aislamiento, Eitan no sabía nada de lo que había pasado con su familia y sus captores le contaban historias contradictorias, sumiéndolo en una terrible incertidumbre”, agregó la madre.

Un médico israelí que trató a algunos rehenes liberados dijo en diciembre que algunos jóvenes fueron drogados y sometidos a abusos psicológicos.

Doron Asher-Katz, quien fue detenida con Eitan, dijo tras su liberación que después de 16 días fueron trasladados a un hospital, que las FDI dijeron más tarde que era el Hospital Nasser en Khan Younis.

Allí lo encerraron en una pequeña habitación con otros 10 rehenes, incluidos cinco niños, dijo Asher-Katz.

La madre de Eitan dijo que su hijo se bañó solo dos veces en 52 días, no durmió en un colchón ni una sola vez y en los primeros 16 días comió solo “una pita y un pepino al día”.

Aunque Eitan vuelve a tener las comodidades materiales del hogar, la familia no puede empezar a superar lo ocurrido debido a la ausencia del padre.

“Los niños me preguntan por su padre, pero no tengo ninguna respuesta”, dijo Bat Sheva Yahalomi, que todavía espera el regreso de su marido.

Lo vio por última vez el 7 de octubre, herido, frente a su casa.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudío