Dos funcionarios occidentales dijeron al New York Times que un misil disparado en un supuesto ataque israelí contra las defensas aéreas del sitio nuclear de Natanz tenía tecnología que le permitía evadir los radares de los sistemas de defensa de Irán.
Dos funcionarios iraníes también dijeron al periódico que Irán no detectó ayer intrusiones en su espacio aéreo, incluidos drones, misiles o aviones.
El medio dice que el avión de combate desde el que se lanzó el misil estaba “lejos del espacio aéreo israelí o iraní” y ni el avión ni el misil entraron en el espacio aéreo jordano, en una medida calculada para mantener a Jordania fuera de cualquier posible ramificación del ataque de represalia después de que este ayudara a derribar drones y misiles disparados contra Israel el fin de semana pasado.
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El presunto ataque israelí en Irán durante la noche del jueves al viernes fue más allá del alcance de varios pequeños drones descritos por Teherán, informaron el viernes medios estadounidenses.
Según se informa, el ataque incluyó al menos un misil lanzado por aviones de combate de la Fuerza Aérea de Israel que apuntaba a un sitio de radares de defensa aérea cerca de Isfahán que era parte de un conjunto que defendía el cercano sitio nuclear ultrasecreto de Natanz, según The Times of Israel.
Las imágenes de satélite muestran daños en el radar de un sistema S-300 en la Octava Base Aérea Shekari en Isfahán, dice The New York Times.
El informe dice que el ataque fue diseñado deliberadamente para enviar un mensaje de cómo podría ser un ataque más amplio.
“El uso por parte de Israel de drones lanzados desde el interior de Irán y un misil que no pudo detectar, dijeron los funcionarios occidentales, tenía como objetivo darle a Irán una idea de cómo sería un ataque a mayor escala”, escribe The New York Times. “El ataque, dijeron, fue calibrado para hacer que Irán se lo pensara dos veces antes de lanzar un ataque directo contra Israel en el futuro”.
