El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se dirigó a la Corte Penal Internacional en medio de los temores de que esta emita órdenes de arresto en su contra y funcionarios de su gobierno.

“Los combates en la Franja de Gaza continúan. Me gustaría enviar mis condolencias a las familias de Ido Aviv y Kalkidan Mehri, que Dios vengue su sangre. Estamos pagando un alto precio en nuestra guerra contra los monstruos del terror”, inició Netanyahu en un mensaje en video.

“Hoy me reuní con representantes de las familias de caídos y secuestrados. Les dije: Completaremos los objetivos de la guerra. Evacuaremos a la población civil para poder concentrarnos en los terroristas como lo hemos hecho hasta ahora. Entraremos a Rafah porque no nos queda otra opción. Destruiremos ahí a los batallones de Hamás. Completaremos todos loa objetivos de guerra, incluido el regreso de todos nuestros rehenes.

“Hay muchas fuerzas que intentan impedir que hagamos esto. Recientemente se les unió otra fuerza: la Corte Penal Internacional de La Haya. Esta Corte no tiene autoridad sobre el Estado de Israel. La posibilidad de que emita órdenes de arresto por crímenes de guerra contra comandantes de las FDI y líderes gubernamentales es un escándalo a escala histórica.

“80 años después del Holocausto, los organismos internacionales que se levantaron para impedir otro Holocausto, están considerando negar al Estado judío su derecho a defenderse, ¿defendrse contra quién? Contra aquellos que vinieron y siguen trabajando abiertamente para cometer genocidio. Qué absurdo, qué distorsión de la justicia y de la historia.

“Esta será la primera vez que un país democrático, que lucha por su vida, según todas las normas del derecho internacional, sea acusada de crímenes de guerra. Si esto sucede, sera una mancha indeleble para toda la humanidad. Sería un crimen de odio antisemita sin precedentes, un crimen que añadiría más leña al fuego de la incitación antisemita que ya hace estragos en el mundo.

“El propósito de esta medida, si se lleva a cabo, es amenazar a los líderes y soldados del Estado de Israel, escensialmente paralizar su capacidad de defenderse. El gobierno israelí y los ciudadanos israelíes rechazan esto rotundamente.

“Quiero dejar una cosa clara: ninguna decisión, ni en La Haya, ni en ningún otro lugar, perjudicará nuestra determinación de lograr todos los objetivos de la guerra: la liberación de todos nuestros rehenes, una victoria completa sobre Hamás y la promesa de que Gaza ya no representará una amenaza para Israel, así como para restablecer la seguridad y a los residentes del norte.

Israel espera que los líderes del mundo libre se pronuncien firmemente contra esta medida escandalosa, que dañará la capacidad de autodefensa no solo del Estado de Israel, sino de todas las democracias del mundo.  Israel espera que estos líderes utilicen toda su influencia y todos los medios a su disposición para detener este paso peligroso, que constituirá una bancarrota moral e histórica”, concluyó.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío

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