La guerra en curso es una guerra por Jerusalén. Con el coronel Golan Vach y el rabino Tzvi Elon

Música, historias y esperanza, de eso se trató “Uniendo fuerzas: apoyo a soldados y rehenes de Israel”, un encuentro de la comunidad con dos soldados, activistas, empresarios, uno de ellos rabino, el otro, líder de rescatistas de las FDI, galardonado por Erdogan, entre otros.

 

El coronel Golan Vach es un viejo conocido de los mexicanos. Lo vimos apoyar a México en 2017, frente a las ruinas de un edificio destruido por el terremoto. Luego, años más tarde, Enlace Judío conversó con él sobre los macabros hallazgos que su gente hizo en las zonas devastadas por Hamás el 7 de octubre.

Pero este 28 de mayo le vimos un rostro desconocido. Una guitarra acústica sobre su muslo, un micrófono dispuesto frente a su rostro, un repertorio de canciones e historias para una audiencia que escuchó atenta por más de una hora, con la encomienda de unir fuerzas en apoyo a Israel y a los rehenes.

Pero no estaba solo. Lo acompañaba el rabino Tzvi Elon quien, fiel a la tradición rabínica, habló con elocuencia, historias y metáforas sobre la relación de Dios con su pueblo, Israel, para tratar de infundir esperanza y ánimos en la concurrencia, convocada a apoyar al país en uno de sus momentos más duros.

Vach y Elon son también líderes de Israela, una organización que ayuda a Olim a integrarse al país judío. Al final de su plática, presentarán los logros de su organización y explicarán sus alcances.

El pueblo elegido

“Somos el pueblo que elige hacerse responsable de todo el mundo”, dijo en hebreo Golan Vach y el rabino Elon tradujo en simultáneo para que la concurrencia pudiera seguir el sentido de un discurso emotivo y cargado de significados simbólicos.

En las pantallas se mostraba un mapa del mundo marcado con signos que daban cuenta de todos los sitios en los que Israel ha trabajado para rescatar a víctimas de desastres naturales.

Golan Vach recordó un encuentro con estudiantes propalestinos en una universidad estadounidense: “¿Ustedes saben que Israel es el país que más musulmanes ha rescatado?”, le dijo a uno de ellos.

Ua guerra por Jerusalén

El coronel Golan Vach se dirigió a los jóvenes que escuchaban desde las primeras filas y fue claro al proclamar que la actual no era una guerra contra Hamás o por el control de Gaza sino una guerra por Jerusalén.

Luego mostró la fotografía de una inscripción que dejaron los combatientes de Hezbolá en uno de los túneles que habían cavado desde Líbano hacia territorio israelí: “con el rostro hacia Jerusalén”, decía el texto.

Rescates

Vach dedicó una gran parte de su intervención a tejer historias que iban sobre los rescates que él y su tropa han realizado en países tan disímiles como México y Turquía, con anécdotas de combate y de encuentros inspiradores con personas de distintas culturas.

Rescates de niños atrapados en los escombros. Rescates de mujeres sepultadas bajo losas de concreto. Vach y su gente llegaron a Turquía con la bandera de Israel amarrada sobre los hombros y, gracias a su heroísmo, convirtió el recelo inicial en gratitud.

Mientras contaba la historia, en la pantalla del recinto podían verse y escucharse las escenas de los rescates. Los niños extraídos de la panza de la muerte, y luego una gráfica que mostraba cuánta gente habían salvado cada uno de los países que había enviado rescatistas a Turquía tras el salvaje sismo de principios de 2023.

Israel, con 19 vidas, era el líder.

Rabino y empresario, guitarrista y cantante, conferencistas ambos, hablarán del espíritu de los soldados israelíes ejemplificado en ese grupo de rescatistas que Vach ha conducido por todo el mundo.

Sus palabras son como la tenue luz de las velas que un grupo de mexicanos les entregaron en agradecimiento por su ayuda en 2017. Parece que brillan contra los destellos inacabables del antisemitismo, del sentimiento anti-israelí que domina los medios y buena parte del pulso ciudadano, aquí y en Europa, y cada vez más en Estados Unidos.

“Queremos recordarle al mundo que somos portadores de las buenas noticias, de la luz que proviene de Jerusalén”. Cuando termine la velada, el Hatikva sonará con fuerza, entonado por todos los presentes, porque quizá los judíos se estén quedando solos en el mundo, pero siguen estando juntos.

Mientras así sea, la esperanza será una luz viva.

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