La Torá reconoce que inclusive los jueces se equivocan. ¿Por qué nuestros errores importan?
El hombre se encuentra entre los ángeles y las bestias. Sin embargo es el ser más importante: el único capaz de ser “imagen y semejanza divina” porque es el único ser libre; el único que puede escoger el bien el mal y el único capaz de elevar sus errores. Descubre por qué equivocarnos es tan importante.