Tras los disturbios provocados por ciudadanos israelíes de origen árabe musulmán, que causaron daños a sinagogas, colegios y comercios judíos, más de 400 niños que viven en una aldea juvenil se mantienen alerta, listos para ocupar los refugios.
Al comenzar el siglo XXI, israelíes y palestinos estaban muy cerca de hallar la tan anhelada paz. Sin embargo, cambios en el gobierno de Israel y Estados Unidos propiciaron un nuevo escenario. La esperanza de paz fue seguida por una violencia de la que esa región sigue sin liberarse por completo.
Es temprano todavía para mí para dar una interpretación o una evaluación —sobre la posible participación de un grupo distinto a Hamás en los ataques de hoy—. Lo que es claro es que Hamás no tiene ningún interés en calmar los ánimos y sigue provocando. Y vamos a tener que tomar todas las medidas necesarias para protegernos y para hacerles entender que no podemos seguir viviendo bajo amenazas de cohetes y de misiles todos los días”, declaró para Enlace Judío el embajador de Israel en México, Jonathan Peled.
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