MICHAEL WILNER / No se ha planeado ningún evento formalmente, y fuentes tanto de Israel como de Estados Unidos negaron que una cumbre fuera el propósito de la reciente frenética actividad diplomática estadounidense en la región.

Los miembros del gobierno de Trump están explorando si acogerán una conferencia histórica durante el verano que llevaría a los líderes árabes del Golfo, el presidente de la Autoridad Palestina y el primer ministro de Israel al mismo escenario por primera vez, según fuentes del Jerusalem Post.

Los funcionarios estadounidenses están midiendo tranquilamente el interés en el evento, según las fuentes israelíes, que pidieron el anonimato para respetar sus relaciones con la nueva administración.

No se ha planeado ningún evento formalmente, pero varios discutieron la idea como un objetivo concreto de una administración que busca una victoria trascendental en materia de política exterior.

“El presidente quiere llevarlos a su lado, un evento público con ellos”, dijo una fuente israelí de alto rango el martes. “Creo que es factible, pero la pregunta es qué sucede después”.

Como precondición a la conferencia establecida por los participantes árabes, Israel tendría que estar de acuerdo y adherirse a una congelación informal y tácita de la construcción de viviendas futuras fuera de los asentamientos establecidos, dijo el funcionario.

Las discusiones sobre una pausa en la construcción – que no se describiría públicamente como “congelamiento de asentamientos” – ya están en camino. Pero cuatro días de reuniones la semana pasada liderados por Jason Greenblatt, el representante especial del presidente estadounidense Donald Trump para negociaciones internacionales, y Yoav Horowitz, jefe de gabinete del primer ministro Benjamin Netanyahu, no fueron concluyentes.

“Cerca de la mitad de su tiempo” estuvo dedicado a la cuestión de los asentamientos y no se llegó a un acuerdo sobre la congelación de la construcción, dijo una fuente estadounidense.

Greenblatt dijo que “llegó el momento de hacer un trato” y que Trump cree que un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos “reverberará positivamente en toda la región y el mundo”.

Si tal cumbre se lleva a cabo, el liderazgo de los príncipes de Arabia Saudita y los estados del Golfo se unirían a sus homólogos egipcios y jordanos junto a los israelíes frente a las cámaras – un momento de televisión sin precedentes que Trump saborearía. Pero las figuras israelíes y árabes están cuestionando lo que la cumbre lograría en duros términos de política, y algunos funcionarios de la Casa Blanca también están cuestionando la propuesta.

Los funcionarios israelíes están divididos respecto a los beneficios y los costos potenciales de una cumbre.

Ellos creen que el compromiso público con Riyadh y sus socios regionales sería un logro diplomático importante – el resultado de años de conversaciones tranquilas sobre Irán y sus actividades regionales. Pero algunos funcionarios están particularmente nerviosos de que una conferencia que se burle de la promesa de las conversaciones de paz elevaría las expectativas de Palestina, un momento de esperanza que se rompería rápidamente cuando las negociaciones directas, invariablemente, no arrancarán.

“Puede llevar a una intifada si no tenemos un plan para después”, sugirió un segundo funcionario. “Tanto Abu Mazen [Abbas] como Netanyahu comparecerán, pero ninguno de los dos vendrá con metas”.

Un alto funcionario de la administración de Trump dijo al Post que Estados Unidos simplemente no están trabajando hacia un evento específico. “La administración se está concentrando en construir relaciones con las partes de la región”, dijo el funcionario. “No estamos contemplando una conferencia como esta en este momento”.

Trump ha hablado apasionadamente de su deseo de negociar la paz en Oriente Medio y de su interés en un acercamiento regional más amplio entre israelíes y árabes. Jared Kushner, el yerno del presidente y un alto asesor, ha consultado con varios líderes del Golfo sobre la mejor manera de proceder con un proceso de paz que incluya a los jugadores regionales.

“Trump dijo en su conferencia de prensa que quiere una desaceleración de los asentamientos, y habló sobre el enfoque de afuera hacia adentro usando los regionales. Así que esto no está tan lejos de un salto”, dijo un ex funcionario del Departamento de Estado involucrado en cuestiones de paz en Oriente Medio. “Uno más uno es igual a dos”.

Se espera que los líderes árabes visiten Washington en abril y mayo. Esas visitas pueden sentar las bases para una cumbre, dijeron fuentes.

Los republicanos en Washington se están haciendo eco del cauto optimismo de Israel sobre la idea. Recién salido de una visita a Líbano, Israel y Jordania la semana pasada, el senador Tom Cotton (R-Arkansas) advirtió a Trump de no moverse demasiado rápido.

“El momento de un nuevo y brillante conjunto de negociaciones no parece correcto”, dijo Cotton al Post, cuestionando la estabilidad de la Autoridad Palestina. “Medidas pausadas, que construyan confianza podrían ser apropiadas”.

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel –  Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico