Donald Trump es el primer presidente estadounidense en funciones que visita el sitio sagrado.


Trump, usando una kipá, colocó su mano derecha en el Muro de los Lamentos y se balanceó ligeramente de un lado a otro con los ojos cerrados. Estaba acompañado  por su yerno y consejero  Jared Kushner, que es judío, y del Rabino del Muro Occidental, Shmuel Rabinovich.

A pesar de las peticiones de los israelíes, Trump visitó el Muro Occidental sin ningún funcionario del gobierno israelí a su lado.

Los Estados Unidos no reconocen a Jerusalén como la capital de Israel. Y el muro se encuentra dentro de Jerusalén Éste, que fue capturado por Israel en la guerra de 1967. Esto hace que la visita de Trump al Muro sea lo más cercano a un reconocimiento de la soberanía israelí en este lugar.