Enlace Judío México.- El fin de semana pasado se realizó la ceremonia anual del Salón de la Fama de la NFL, por este motivo, sólo en Enlace Judío, te compartimos una de las historias más sorprendentes de un miembro del Salón de la Fama de la NFL y de la comunidad judía.

ISAAC SHAMAH EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Para contarles la historia de esta mente brillante, que trascendería en la NFL, me tengo que trasladar mentalmente a principios de los años 40’s en Estados Unidos. En dicha época, la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto vivían su momento más trágico y Estados Unidos comenzaba a involucrarse más en la guerra y en ver cómo podrían terminar con el ejército Alemán.

Por su parte, nuestro personaje era un joven judeo-estadounidense que recién se graduaba de la preparatoria y decidía enlistarse en el ejército americano para pelear por sus hermanos judíos. Su estancia en el ejército duró de 1943 a 1946.

Justo cuando terminó la “Gran Guerra” y al regresar a Estados Unidos, el soldado que ayudó a los de su propia religión decidió ingresar a la universidad, donde estudió una licenciatura en Letras en Iowa y una maestría en historia en la Universidad de Harvard. En su periodo como universitario participó en varios deportes, incluidos el futbol americano y el basquetbol, en donde destacó más por ayudar a los entrenadores de los equipos que en ser un gran deportista; gracias a ello, al finalizar su maestría decidió convertirse en entrenador de tiempo completo y en volverse el coach Marv.

El coach Marvin Daniel Levy, se convirtió en Marv, gracias a que desde un inicio, los jóvenes a los que entrenaba en sus primeros equipos en niveles colegiales, donde se desempeñó en varios puestos desde 1951hasta 1968, le llamaban de esta forma.

Para 1969, la primer gran oportunidad de dirigir en la NFL, le caería a Marv, ya que para ese año, se convertía en entrenador de pateadores de las Águilas de Filadelfia. Por los siguientes años, Marv seguía entrenando en la NFL pero aún no tenía un puesto como entrenador en jefe, por lo que al recibir un puesto de este tipo de la CFL (liga canadiense de futbol americano) Marv decidió mudare a Canadá e intentar llegar a la cima para después poder regresar a la NFL.

El primer puesto como entrenador en jefe para Marv, fue con el equipo de Montreal Alouettes, con el que estuvo por 5 temporadas, en las que llegó a 3 Grey Cups (campeonato de la liga) y terminó ganando 2.

La apuesta de Marv había rendido frutos, ya que los campeonatos conseguidos en Canadá lo catapultaron a su primer trabajo como entrenador en jefe en la NFL con los Jefes de Kansas City; a pesar de que Marv llegó con buenas ideas y empezó con una actitud refrescante, su paso por los Jefes no trascendió y después de 5 temporadas, en las que no pudo llegar a la postemporada, Marv fue despedido del equipo de Kansas y se alejó por unos años de la liga.

Para la temporada de 1986, los Bills de Búfalo le dieron una nueva oportunidad a Marv, su segunda como entrenador en jefe. En esta oportunidad Marv llegaba mucho más seguro de sí mismo y desde un inicio su equipo comenzaba a mejorar.

Para la temporada de 1988 los Bills llegaron a la final de la AFC y aunque no pudieron acceder al Super Tazón, debido a que perdieron en contra de Cincinnati, el equipo se comenzaba a ver peligroso, la ofensiva sin reunión que Marv implementó era prácticamente imposible de frenar y poco a poco se consideraba en la liga como uno de los favoritos para llegar al último partido de la temporada.

Después de dos años de la derrota ante Cincinnati, los Bills llegaron al Super Bowl por primera vez de la mano de Marv.

Comenzó el Super Bowl XXV, entre los Bills y los Gigantes de Nueva York, y se encontraba más que apretado. Nueva York lo ganaba 20 a 19, pero los Bills tenían la última ofensiva y la posibilidad de llevarse el trofeo Vince Lombardi a casa; todo parecía ir bien para los Bills, Marv Levy y su quarterback, Jim Kelly, dieron el mejor juego en la historia de la franqucia, sin embargo, ni el brazo de Kelly ni la estrategia de Levy decidirían el partido, ya que el equipo dependía del pateador Scott Norwood, quien no pudo meter un gol de campo en los últimos instantes del partido y los Bills de Marv Levy se quedaron con las manos vacías.

Después de ese gran juego Marv no agachó la cabeza e hizo lo que ningún entrenador ha podido, llevar a su equipo a 4 Super Bowls seguidos; sin embargo, no pudieron ganar ninguno, en parte por mala suerte y también debido a los buenos equipos que se enfrentaron en la liga Nacional.

Después de perder esos 4 Super Tazones, Marv consiguió buenas temporadas con los Bills hasta su retiro en 1997.

Para 1998, Marv fue seleccionado para ingresar al Salón de la fama de los judíos en el deporte a nivel internacional y en 2001 fue seleccionado para ingresar al salón de la Fama de la NFL.

Hasta la fecha, Marv Levy sigue practicando el judaísmo y se le considera el mejor entrenador en la historia de los Bills de Búfalo, además de que se le reconoce por ser uno de los pioneros en desarrollar la ofensiva sin reunión, la cual agilizó el futbol americano.