Según Jeuriostegui (nombre de pluma), unos judíos sefardíes llegaron, en 1521, a las montañas de la parte norte del Estado de Guerrero. Allí fundaron y comenzaron a construir lo que seria “Judiantla o Judanea, Tierra de Dios”.
En el zócalo de Juliantla, se encuentra la “sinagoga del Baptisterio”, donde bautizaban a las doncellas y a los varones. También cuenta con una mikveh, o baño ritual judío.
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A través de los años el pueblo ha tenido varios cambios de nombre, como Judiantla, El Antiguo Mineral, El Mineral de Juliantla y La Cuadrilla de Juliantla. Fue la familia Astudillo quien, haciendo el honor a una de sus hijas de nombre María Julia, y siendo uno de los dueños de las tierras, deciden cambiar de Judiantla a Juliantla….
La belleza de las tierras, la abundancia de agua y lo extenso de la flora y fauna, hicieron que más familias, principalmente de origen europeo, iniciaran una nueva vida al pie de las montañas de Guerrero.
Don Miguel José fue el descubridor del Mineral de Juliantla, Un día se encontraba quemando carbón en el horno rustico que había construido, sin saber que éste se encontraba sobre una importante veta de plata, lo cual cambió su vida para siempre: dejó su oficio de carbonero para dedicarse a la minería.
Por ello, Juliantla es uno de los destinos de la “Ruta Judía” en México.
3 Respuestas
Muy interesante!!! Esperemos poder visitarla pronto…
Un articulo muy interesante! Me gustaria que le dieran credito ala fuente donde se documentaron para hacer este reportaje!
Ahora, en el siglo XXI, en un México que se dice laico, tolerante y respetuoso de la diversidad (lejos de ese México anticlerical, antisemita y con tanta discriminación) debiera, por medio de sus autoridades turísticas, mostrar, tanto al visitante nacional, como al que viene de otros países, como en lugares como estos hubo una importante huella del pueblo judio. Aunque no cabe duda que la mayor parte de los judíos mexicanos viven ya en la capital, hay numerosas poblaciones, como Juliantla, donde se establecieron comunidades sefaradíes.
Yo soy católico y mexicano, pero veo en el mosaico cultural de este país una riqueza que muchos países no ofrecen (o, aunque lo tengan, prefieren esconderlo por razones de discriminación). Así como en la historia de la humanidad han habido judios destacados, tales como Albert Einstein, Milton friedman, Isaac Newton, Barusch Spinoza o, el propio, Jesús de Nazareth; en México hay una aportación judía bien grande que supera, por mucho, a su proporción poblacional.
En México, judios, españoles, libaneses, alemanes, etc. han dejado una huella muy profunda en áreas tan diversas como el arte, la ciencia, los negocios, la salud o la política.
Juliantla, un pueblo en medio de la sierra de Guerrero, fue por años la casa de sefaradíes que, más tarde, tuvieran que mezclarse con el demás conglomerado social o forzados a emigrar e incursionar en nuevos poblados de nuestro país. Buen detalle cultural que fortalece a la nación mexicana.