EFE/ EL PAÍS
La sencilla ceremonia fue realizada bajo una persistente llovizna en un terreno donado por el Gobierno brasileño en el sector norte de Brasilia, donde se sitúan otras representaciones diplomáticas y en las proximidades del Palacio de Planalto, sede de la Presidencia.
 Como parte de la ceremonia, Abbas soltó varias palomas, en un mensaje de paz, aunque caprichosamente una de las aves se posó sobre la cabeza del dirigente palestino, generando una ronda de carcajadas y algunos aplausos.
Abbas se encuentra en Brasil para despedirse del saliente presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, con quien tiene agendada una audiencia este viernes para agradecerle el reconomiento al Estado Palestino. El sábado, Abbas participará de la investidura de la sucesora de Lula, Dilma Rousseff.