DAVID HOFFS EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Poner a la diáspora en números siempre ha sido un dolor de cabeza, debido a muchas razones entre las cuales figura la falta de claridad de la definición de qué es ser judío. En los últimos meses se publicó un estudio actualizado de la demografía judía presentado por el profesor Sergio Della Pergola, uno de los demógrafos del pueblo judío más reconocidos, en el cual se reflejan unos números dignos de mencionar.

En nuestro pueblo figuran alrededor de 13,428,300 personas. De éstas, 5,700,000 se encuentran en Israel, siendo éste el país en el cuál se encuentra la mayor cantidad de judíos en el mundo. Para los oídos sionistas, es una excelente noticia.

Sin embargo, resulta importante mencionar que ningún territorio o país, ni siquiera Israel, cuenta con más del 50% de la población judía mundial. Israel se acerca con el 42% y EE.UU con el 39%. Esta realidad de falta de mayoría es de inmensas consecuencias para la auto concepción del pueblo judío.

Normalmente, las definiciones son impuestas por la mayoría por cuestiones prácticas y ante la ausencia de una mayoría clara dentro del pueblo judío, resulta imposible el establecimiento de una definición acerca de lo que es ser judío. Así pues, para la mala fortuna de aquellos necios que afirman lo que es o no es ser judío, la verdad es que aún existe un largo camino por recorrer hasta que una mayoría real acepte alguna definición.

Otro dato que resulta interesante de analizar es el hecho de que, si se suman las poblaciones judías en EEUU e Israel, se obtiene más del 80% de la población judía mundial. Este hecho refleja que la concepción del pueblo judío como disperso comienza a ser poco representativa.

Otro número interesante de destacar, es el hecho que la población del pueblo judío crece en 0.6% anual. Es importante indicar que tal crecimiento existe solamente dentro de Israel, al mismo tiempo que la población judía fuera de éste sigue en un continuo decrecimiento. Dicho número también implica que, desde el punto de vista sustentable, el pueblo judío se encuentra alineado con el objetivo de control poblacional.

En cuanto a las principales comunidades en el mundo según su tamaño, sin contar la de EE.UU. que es la más grande, se encuentran:

Francia con 483,500; Canadá con 375,000; Inglaterra con 292,000; Argentina con 182,000 y Alemania con 119,000.

Vale la pena comparar la magnitud de la comunidad de Argentina con la de Alemania pues la primera solo supera en 60,000  personasa la segunda, siendo éste un número pequeño, si se ve en porcentajes de la población mundial. De hecho, Alemania se encuentra irónicamente dentro de las 10 comunidades judías más grandes del mundo. Esto es digno de reflexión, sobre todo tomando en cuenta que fue justamente Alemania el corazón del intento, ahora claramente fallido, de exterminio del pueblo judío.

Por último, existe otro número realmente impactante que se refiere al número de matrimonios mixtos. Desafortunadamente este número también resultará aberrante para los mismos necios que, además de sostener que poseían la definición de lo que es ser judío, también aseguraban que casi no existen matrimonios mixtos. El 52% de los matrimonios judíos en el mundo son mixtos. Por supuesto, la mayoría de estos se encuentran en EE.UU. o en Rusia, pero el hecho es que actualmente constituyen la mayoría. Claro está que la asimilación por sí misma es una lástima, pues  tiende a desaparecer culturas e identidades, pero negar los hechos es de necios.

Finalmente, la comunidad judía mexicana continúa estando un poco por encima de las 40,000 almas, manteniendo una población relativamente estable con sólo una pequeña tendencia a la baja. Representa al .29% de la población judía mundial, por lo que este número también es importante pues refleja la importancia de promover la apertura de la comunidades mexicanas hacia comunidades extranjeras (el resto del pueblo judío, o sea el 99.7%) para fomentar el enriquecimiento cultural y compartir diferencias, que a veces son bastante marcadas. Por momentos pareciera que, dentro de nuestra vida comunitaria cotidiana, olvidamos el hecho de que constituimos solo un pequeñísimo porcentaje del total de nuestro pueblo. Así, en ocasiones, se pretende englobar y hacer del ser judío y de su definición algo muy local, cuando en realidad, ante la falta de mayoría y ante la enorme pluralidad en pensares y sentires, es justamente esa misma diversidad la que, paradójicamente, nos define.