SLATE

En lo que fue la segunda protesta a gran escala en una semana, los activistas iraníes salieron el domingo a las calles en todo el país, pidiendo un cambio en el liderazgo y justicia por la muerte de los dos estudiantes asesinados por las fuerzas de seguridad el pasado lunes.

Pero las autoridades estaban esperándolos.

Miles de agentes de seguridad, a menudo vestidos de civil, golpearon con macanas a los manifestantes que gritaban “¡Muerte al dictador”, informó la CNN. Otros agentes  se lanzaron contra ellos en motocicleta.

El Wall Street Journal informa que la milicia Basij  disparó directamente contra la multitud y mató a dos personas, y agregó que se lanzaron botes de gas lacrimógeno desde el techo de un edificio. “Ésta es la protesta más violenta que hemos tenido: la gente no tiene miedo, pero sí mucho enojo”, dijo un testigo de Teherán.

La hija del ex presidente Ali Akbar Hashemi Rafsanjani,  un conocido activista, fue detenido brevemente por haber “alentado a los alborotadores”, según la agencia de noticias oficial. The Washington Post, uno de los pocos que cuenta con corresponsales en Teherán, informó que las autoridades instalaron una puerta de metal frente a la casa del ex candidato presidencial Mir Hossein Mousavi, aprisionándolo.

CNN reporta que 11 periodistas que trabajan para medios internacionales han visto revocados sus permisos de trabajo, debido a  su cobertura de los disturbios del pasado lunes.

Se advirtió a quienes  todavía tienen sus permisos que dejen de cubrir manifestaciones, y que cerrarían sus oficinas si publican “artículos negativos”, informa el WSJ.