GUIDO MAISULS

“Pues Hamán, proyectó contra los judíos destruirlos, y echó un pur, esto es, el sorteo – para consumirlos y destruirlos… Por eso, ellos llamaron a estos días “Purím”, por el pur…”

– Libro de Ester 9:24-26

En la Persia imperial de Ajashverosh, hace más de 2.500 años, se echó la suerte para determinar el día en que se exterminaría a todos los judíos del reino, dispersos en sus 127 países. “Un pueblo disgregado y disperso en el mundo, que la ley del rey no cumple…” fueron más o menos las palabras del intolerante de turno.

El Rey Ajashverosh nombró a uno de sus ministros, de nombre Hamán, como el más importante de los ministros. Un día convenció Hamán a Ajashverosh de exterminar a todo el pueblo de Mordejai, el pueblo judío. Haman pensó hacerlo el 13 de Adar con el permiso del rey y sucedió lo contrario.

Su pensamiento perverso lo llevó a su propia destrucción: en ese mismo día los judíos pelearon contra sus enemigos, en esas circunstancias, el pueblo entero unió esfuerzos, apartó la desgracia y se sobrepuso al enemigo que pretendía “lehashmid, laharog ul-abed” (“exterminar, quitar la vida y llevar a la perdición”).

En la actual República de Irán, están desarrollando vertiginosamente un arsenal nuclear para borrar a Israel del mapa, “para hacer desaparecer  para siempre a esa entidad sionista que no tiene razón de ser”, según su Presidente  Mahmud Ahmadineyad. Ya es muy antigua esa receta para destruir a los judíos y hoy se divulga de nuevo en la Persia actual, a la que no le afecta ningún conflicto real con Israel pero que viene heredando ese odio milenario que azotó siempre al pueblo judío.

Durante su gestión de gobierno, Abú Mazen aprobó una ley por la que se autoriza el pago de 2.200 dólares a las familias de los mártires o terroristas suicidas. En pleno apogeo de su conflicto con Hamas, instó a la reconciliación terrorista: “Debemos dejar de lado nuestras luchas internas y alzar nuestros rifles contra la ocupación israelí”. “Debemos unir la sangre de Hamás y la de Fatah contra Israel, como hemos hecho desde el comienzo de la Intifada”.

En julio del 2008 y durante  el desigual e injusto intercambio de los restos de los soldados israelíes Eldad Regev y Ehud Goldwasser por el asesino Samir Kuntar y otros cuatro prisioneros libaneses se produjo alegría y festejos en el Líbano, Gaza y otros países árabes y profundo dolor y llanto en Israel.

Así  esas multitudes erigieron como héroe y modelo a alguien que asesinó a sangre fría a un joven padre de familia frente a su hija de cuatro años de edad, a quien Kuntar tomó por los tobillos y la tiró de cabeza contra unas rocas de la playa y luego, para asegurarse, le golpeó el cráneo con la culata de su fusil, con frialdad y desparpajo, luego se jactara de sus hazañas, como si hubiera cometido un acto de heroísmo.

Entonces el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, – Abu Mazen, felicitó a la familia de Kuntar por su liberación y nombró a este  asesino ”ciudadano de honor palestino”.

En nuestros actuales días, cinco miembros de una misma familia fueron cobardemente asesinados en un brutal atentado terrorista palestino en el asentamiento de Itamar en Samaria.

La familia Fogel –el padre Udi Fogel de 37 años, la madre Rut de 36 años, los hijos Ioav de 10 años, Elad de cuatro años y la beba Hadás de tres meses- fueron acuchillados hasta la muerte este viernes por la noche (shabat) en su propia casa.

El “Grupo Imad Mugniye” de las Brigadas de Mártires de Al-Aqsa, vinculada al movimiento Fatah del mismo Abu Mazen, quien protagonizara ya  varios ataques terroristas, se adjudicó la autoría de este bestial atentado.

Este sábado, los ciudadanos de Gaza repartieron caramelos y dulces en las calles de la ciudad de Rafah como muestra de alegría y celebración por el atentado terrorista en el asentamiento de Itamar en Samaria, donde fueron asesinados fríamente mientras dormían los integrantes de la familia Fogel.

“Este asesinato nos recuerda que el conflicto no es acerca de las fronteras de Israel o acerca de una nación oprimida sino una lucha por nuestra supervivencia”. Ministro Moshé Yaalón.

“Somos testigos de cosas horribles, un juego de fútbol será pronto designado con el nombre de un terrorista suicida que asesinó a docenas de personas en la calle Jaffa en Jerusalén. La Autoridad Palestina le otorga becas a los familiares de los asesinos y nombra las plazas en su honor”. Benjamín Netanyahu.

Las espantosas  imágenes que nos muestran la asesinada familia Fogel tienen que dar vuelta al mundo millones de veces para que se enteren todos los que no saben y los que aun ignoran quienes son estas  bestias inhumanas que tanto odian a Israel y a su pueblo, que asesinan sin escrúpulos a seres humanos indefensos sin respetar a inocentes bebes y niños.

Para que se entere la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Para que lo sepan los líderes del ¨civilizado¨ mundo occidental.

Para que no lo ignoren todas las naciones que acaban de reconocer irresponsablemente a un supuesto Estado Palestino.

Para que todas las fuerzas ¨progresistas¨ del planeta  salgan a manifestarse en repudio a esta masacre criminal.

Para despertar a todos aquellos que consideran a Israel y a su pueblo como los culpables de vivir y realizarse en su propia tierra.

Para que todas las universidades y centros intelectuales del orbe decreten un gran boicot académico a estas fuerzas del mal.

Para que todo el Mundo sepa y para que nadie lo ignore quienes son los enemigos de Israel y de la humanidad.

¿Habrán nuestros enemigos, echado suerte?  ¿Tendrán una fecha precisa para llevar a cabo sus siniestros propósitos?

¿Correrán la misma suerte que Hamán?

Yo tengo la absoluta certeza que Israel aunará esfuerzos, apartará la desgracia y se sobrepondrá al enemigo que pretende “lehashmid, laharog ul-abed” (“exterminar, quitar la vida y llevar a la perdición”).