ALEX SAFIAN (fragmento)

Los líderes palestinos, incluidos el negociador principal Saeb Erakat, el primer ministro Salaam Fayyad y el ministro de Relaciones Exteriores Riad Malki, han manifestado la intención de los palestinos de conseguir su Estado a través de una Declaración de Independencia Unilateral (UDI, por sus siglas en inglés) por medio de las Naciones Unidas, en lugar de hacerlo a través de negociaciones con Israel:

• La alternativa de que Palestina solicite al Consejo de Seguridad ser miembro de pleno derecho es realista y debemos trabajar en su aplicación práctica tan pronto como sea posible… Estamos convencidos de que la negociación con el gobierno de Netanyahu (el primer ministro israelí) es imposible porque se niega a detener las actividades de colonización. Por lo tanto, los líderes palestinos decidieron empezar la implementación de alternativas a las negociaciones y la primera de estas es exigir el reconocimiento. (Saeb Erakat, AFP, 20 de marzo de 2011)

• El gobierno palestino está luchando decididamente contra un régimen de ocupación hostil… para establecer un aparato estatal de facto en el transcurso de los próximos dos años. (Salam Fayyad, AFP, 25 de agosto de 2009)

• Hasta este momento nuestra alternativa es [un acuerdo de paz negociado] y seguirá siendo nuestra alternativa hasta septiembre de 2011… [pero el] proceso de paz actual, tal y como se ha llevado adelante hasta ahora se terminó. (Riad Malki, Jerusalem Post, 23 de marzo de 2011)

(Malki dice que esta sería una declaración unilateral hecha por la “comunidad internacional” en lugar de por los palestinos).

Independientemente de cómo se exprese, una maniobra como esta por parte de los palestinos violaría fundamentalmente los acuerdos con Israel que los Estados Unidos mediaron y presenciaron, es poco probable que sea eficaz, podría provocar maniobras unilaterales por parte de Israel, podría ocasionar violentos enfrentamientos, y sin duda, en lugar de ayudar, dificultaría la búsqueda de la paz.

¿En qué forma una Declaración Unilateral palestina o una petición a las Naciones Unidas violarían los acuerdos existentes?

Todos los acuerdos importantes entre Israel y los palestinos han requerido que las disputas entre las partes se resuelvan a través de negociaciones directas, y no por medio de terceros. Por ejemplo, la Declaración de Principios (13 de septiembre de 1993), que formalizó el proceso de paz directo entre israelíes y palestinos, en el Artículo XV requería que:

Las disputas que surjan de la aplicación o la interpretación de esta Declaración de Principios, o de cualquier acuerdo posterior que se vincule con el período de transición, deben resolverse mediante negociaciones a través del Comité de Enlace que se establecerá conforme a lo dispuesto en el Artículo X citado anteriormente.

Las disputas que no se puedan resolver mediante negociaciones se pueden resolver a través de un mecanismo de conciliación que se acuerde entre las partes.

Las partes pueden someter a arbitraje las disputas que se relacionen con el período de transición y que no se puedan resolver a través de una conciliación. A tal fin, previo acuerdo de ambas partes, estas establecerán un Comité de Arbitraje.

La Declaración se firmó en el jardín de la Casa Blanca en presencia de los Estados Unidos y la Federación Rusa.

La insistencia en las negociaciones en lugar de en acciones unilaterales se repitió y se señaló en acuerdos posteriores, que incluyen el denominado Acuerdo Interino (28 de septiembre de 1995), en presencia de los Estados Unidos, la Federación Rusa, Egipto, Jordania, Noruega y la Unión Europea. (Ver Artículo XXI acerca del Acuerdo de las diferencias y las disputas).

El Memorando de Sharm el-Sheikh (4 de septiembre de 1999), fue aún más lejos en la restricción de maniobras unilaterales:

Conscientes la necesidad de crear un entorno positivo para las negociaciones, ninguna de las partes debe iniciar o tomar paso alguno que cambie el estado de Cisjordania y la Franja de Gaza en concordancia con el Acuerdo Interino.

El Memorando fue presenciado por Egipto, Jordania y los Estados Unidos.

En negociaciones posteriores en el verano de 2000, en una Declaración Trilateral (25 de julio de 2000), el presidente de los Estados Unidos William Clinton, el primer ministro israelí Ehud Barak y el líder palestino Yasir Arafat acordaron que:

3) Ambas partes acuerdan que las negociaciones basadas en las Resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU son la única forma de lograr esta clase de acuerdo y se comprometen a crear un ambiente propicio para las negociaciones, libre de presión, intimidación y amenazas de violencia.

4) Ambas partes entienden la importancia de evitar acciones unilaterales que deciden de antemano el resultado de las negociaciones y que sus diferencias se resolverán sólo mediante negociaciones de buena fe.

Al igual que en los documentos anteriores, la Declaración Trilateral prohíbe explícitamente recurrir a terceros o tomar acciones unilaterales para resolver los conflictos.

En forma similar, la Hoja de Ruta (30 de abril de 2003) requería que las partes:

... lleguen a un acuerdo definitivo sobre una solución permanente que finalice el conflicto entre Israel y palestina en 2005, a través de un acuerdo negociado entre las partes sobre la base de las resoluciones de ACNUR 242, 338 y 1397…

Y el Cuarteto del Medio Oriente (las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Federación Rusa y los Estados Unidos), en un dictamen emitido el 26 de junio de 2009, afirmó que:


Por lo tanto, cualquier petición palestina ante las Naciones Unidas para obtener el reconocimiento de su Estado, o una declaración unilateral los palestinos, constituiría una violación fundamental grave de sus acuerdos firmados con Israel y pondría en duda el valor de los compromisos palestinos futuros.

En forma similar, el apoyo o el consentimiento de tal maniobra palestina por parte del los Estados Unidos, las Naciones Unidas, la Federación Rusa, la Unión Europea o sus estados miembros, o Noruega, sería una clara violación de los acuerdos que estos países y la ONU han presenciado y en muchos casos avalado, lo que también pondría en tela de juicio el valor de sus compromisos.

¿En qué forma una declaración de independencia unilateral palestina o una petición a las Naciones Unidas violaría las garantías que Estados Unidos le dio a Israel?

Después de la finalización del Replanteamiento del acuerdo de Hebrón en 1977, el secretario de estado de EE. UU., Warren Christopher, envió una carta al primer Ministro Netanyahu que indicaba la posición de EE. UU. sobre la paz entre Israel y los árabes, que terminaba con la siguiente frase clave:

Por último, me gustaría reiterar nuestra posición de que Israel tiene derecho a fronteras seguras y defendibles, que se deberían negociar y acordar directamente con sus vecinos.

Obviamente, una maniobra unilateral por parte de los palestinos contradiría esta garantía dada a Israel por Estados Unidos.

De la misma manera, después de que Israel se retirara totalmente de Gaza, el 14 de abril de 2004, el presidente Bush envió la denominada Carta de Bush al primer ministro Sharon, en la cual afirmaba que:

Los Estados Unidos aprecian los riesgos que esta clase de empresa representa. Por lo tanto, quiero tranquilizarlo sobre varios asuntos.

En primer lugar, los Estados Unidos siguen comprometidos con mi visión y con su puesta en práctica tal y como se describe en la hoja de ruta. Los Estados Unidos harán su mayor esfuerzo para impedir cualquier intento que pudiera hacerse para imponer algún otro plan.

(La Cámara de Representantes y el Senado refrendaron la carta de Bush en la resolución simultánea no vinculante H. Con. Res. 460).

Una declaración unilateral del Estado palestino, ya sea por medio de las Naciones Unidas o de alguna otra forma, violaría los términos de la Hoja de Ruta, y la carta del presidente Bush, que compromete a los Estados Unidos a “hacer su mayor esfuerzo para impedir” que tengan lugar esta clase de maniobras, y si ocurriera, impedir que tengan éxito.

Aunque estas cartas no eran acuerdos oficiales ni tratados y el Senado no las ratificó, si ahora los Estados Unidos rechazaran o ignoraran estos compromisos, el valor de esta clase de garantías presidenciales se pondría en duda, lo que produciría un gran daño a la capacidad y la credibilidad de los futuros presidentes para manejar la política exterior.

¿Cuál es la posición del gobierno de Obama sobre una declaración unilateral palestina?

El gobierno de Obama se ha opuesto a que cualquiera de las partes emprenda acciones unilaterales y ha hecho un llamamiento para reanudar las negociaciones directas como la única forma de avanzar.

Por ende, en un discurso en la Brookings Institución, la secretaria de estado Hillary Clinton dijo:

Durante dos años, han escuchado que, tanto yo como otras personas, hemos enfatizado reiteradamente que las negociaciones entre las partes son el único camino que tendrá éxito en la obtención de sus respectivas aspiraciones; para los israelíes, la seguridad y el reconocimiento; para los palestinos, un estado propio independiente, viable y soberano. Esto sigue siendo cierto hoy en día. No existe otra alternativa que llegar a un acuerdo mutuo…

Los Estados Unidos y la comunidad internacional no pueden imponer una solución. Algunas veces pienso que ambos participantes parecieran pensar que podemos hacerlo. No podemos. Y aunque pudiéramos, no lo haríamos, porque sólo un acuerdo negociado entre las partes sería sostenible. Las partes mismas tienen que quererlo. Los pueblos de la región deben decidir dejar a un lado el pasado que no puede cambiar y aceptar un futuro que pueden forjar juntos…

[Ambas partes] deben evitar acciones que decidan de antemano el resultado de las negociaciones y socaven los esfuerzos de buena fe tendientes a resolver las cuestiones de carácter decisivo. Los esfuerzos unilaterales ante las Naciones Unidas no son provechosos y socavan la confianza. Los anuncios provocativos sobre el Este de Jerusalén son contraproducentes. Y los Estados Unidos no dudarán en decirlo. (10 de diciembre de 2010)

Y el 18 de febrero de 2011, después de vetar lo que EE. UU. consideró una resolución sesgada del Consejo de Seguridad, la embajadora ante las Naciones Unidas Susan Rice declaró:

Ningún país externo ha invertido más esfuerzo, energía y recursos para conseguir esa paz que los Estados Unidos, y continuaremos haciéndolo. Pero la única forma en que se puede alcanzar esa meta, la meta común de una solución de dos estados, es decir, en la práctica, es a través de negociaciones directas entre las partes. No hay un atajo para llegar a este fin. Y cada acción potencial, que incluya una acción en el Consejo de Seguridad, se debe evaluar con base a una prueba: si la acción acercará a las partes hacia negociaciones y acuerdos o las separará aún más.

En la misma sesión informativa el consejero adjunto de Seguridad Nacional, Ben Rhodes, manifestó:

Hemos dejado en claro hoy, nuevamente, que creemos que las negociaciones directas entre las partes son la forma de resolver el conflicto, no una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

Y en un discurso ante el Foro de Estados Unidos y el Mundo Islámico la Sra. Clinton dijo:

Esto incluye la búsqueda renovada de una paz árabe-israelí integral. El status quo entre los palestinos y los israelíes no es más sostenible que los sistemas políticos que se han desmoronado en meses recientes. El futuro de Israel como un estado judío democrático y las aspiraciones legítimas de los palestinos tampoco se pueden garantizar sin una solución negociada de dos estados. Y así como es obvio que sólo las partes mismas pueden tomar las difíciles decisiones necesarias para la paz, no hay un sustituto para un liderazgo estadounidense activo y constante. (12 de abril de 2011)

Por lo tanto, los Estados unidos parecieran estar claramente opuestos a una declaración unilateral del Estado palestino por parte de los palestinos, o al intento de obtener este reconocimiento a través de las Naciones Unidas, en lugar de hacerlo mediante negociaciones directas entre las partes.

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