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El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, encargó a su asesor económico y presidente del Consejo nacional Económico, Eugene Kandel, estudiar la cuestión, que tendría importantes consecuencias económicas, sociales y religiosas

El fin de semana en Israel se celebra los viernes y sábados, si bien el viernes por la mañana es laborable y las tiendas y algunas oficinas están abiertas.

Los festivos en el país comienzan al caer la noche del día anterior, como marca el judaísmo, por lo que la noche del viernes es ya jornada sabática, sagrada y de descanso para esa confesión.

El nuevo plan sería que el fin de semana se iniciase el viernes al mediodía y se prolongase hasta la mañana del lunes. A cambio, se trabajaría media hora más de lunes a jueves.

El viceprimer ministro, Silván Shalom, es uno de los impulsores de la medida, que considera tendría un efecto positivo para la economía, las exportaciones, la bolsa y las empresas de tecnología.

Entre otros beneficios, asegura Shalom, llevaría a imponer una semana escolar de cinco días (frente a los seis de la actualidad), lo que obligaría a aumentar la jornada de colegio (que ahora es solo por las mañanas), y reduciría las limitaciones de muchas madres para participar en el mercado laboral y alcanzar puestos de alto nivel.

La propuesta recibió el apoyo de la Asociación de Fabricantes de Israel, el Presidium de Cámaras de Comercio, el Sindicato de Autoridades Locales, la Asociación Hotelera, varios sindicatos de profesores y el Consejo Nacional Económico.