PETER KATZ

Como resultado de la Emancipación y el otorgamiento de la igualdad de derechos civiles y de ciudadanía a judíos, en la parte occidental de Europa, concretamente en Alemania y en el imperio Austro–húngaro que se extendía desde Lombardía en Italia hasta Galicia en Ucrania, surgió un interés entre la juventud judía de practicar deportes.

Con el establecimiento del movimiento sionista en Europa y el llamado hecho por el Dr. Max Nordau en Basilea, con motivo del Segundo Congreso Sionista, para fortalecer al “nuevo judío”, como él lo llamó, por medio del ejercicio físico, se le dio un desarrollo adicional al deporte.

Los jóvenes judíos ingresaron primero a clubes deportivos nacionales existentes en los países en los que residían, pero al poco tiempo fueron dados de baja de estas instituciones, por ser judíos. Sin mayor explicación.

El antisemitismo reinante, las consecuencias del proceso contra Dreyfus en Paris, los inflamantes discursos del entonces Alcalde de Viena, Karl Lueger, permeaban también los clubes deportivos, que de por sí eran considerados como propiedad de las clases dirigentes nacionales. Para el año 1900, judíos, obreros y agitadores no eran bienvenidos en tales clubes. Por este tiempo es cuando nacieron clubes deportivos en la mayoría de las ciudades habitadas por judíos.

En los territorios de habla alemana surgieron los primeros clubes de excursionistas judíos, como Blau Weiss, Hanoar Hatzioni, Maccabi Hatzair y Betar, en varias ciudades de Polonia. Hakoah en Viena, Bar Kochba en Bratislava y en varias ciudades alemanas, Kadima Habonim, y Hagibor en Praga, eran los más importantes.

Con la aparición de estos clubes deportivos judíos, paralelamente, con la aparición de organizaciones sionistas, se galvanizó la conciencia de emigrar cuanto antes de Europa.

Después del Holocausto y de años de sufrimiento continuo, un pequeño número de sobrevivientes sopló vida a lo que fue el gran movimiento deportivo judío europeo, estos fueron de los pocos que sobrevivieron a los Campos de Concentración.

Estos pocos, revivieron el club Hakoah en 1945, abriendo las puertas de lo que quedaba de las instalaciones, no solamente a sobrevivientes judíos vieneses, sino que recibieron a muchos jóvenes inmigrantes de los países del Este.

El Hakoah en Viena se estableció en 1908 y fue durante su existencia, hasta 1938, el de mayor membrecía a nivel europeo. Cinco mil personas asistían diariamente a alguna actividad programada de las 16 disciplinas deportivas en las varias sedes del club en la ciudad.

Equipos de este club competían con equipos nacionales e internacionales. En 1923 Hakoah conquistó el título de campeón nacional de football de Austria. Visitó a Palestina en 1924 y fue una verdadera sensación.

Gracias a este encuentro se estableció una larga tradición deportiva que es continuada en Israel a raíz de que la Federación Palestina de Futbol fue aceptada como representante del país por la FIFA en 1929.

En 1921 se creó la Unión Mundial Macabi como resultado de los varios Congresos Sionistas y once años después en 1932 se celebró la primera Macabeada en Israel con la asistencia de equipos de 22 países. Fue inaugurada por el alcalde de Tel Aviv, Meir Dizengoff, con la participación de 390 atletas. Fue una fiesta para los deportistas judíos en todo el mundo. La Macabiada es reconocida por el Comité Olímpico Internacional como un evento regional que las coloca al mismo nivel de los Juegos Panamericanos o los Juegos Asiáticos.

Elementos del mismo club Hakoah lograron también medallas en campeonatos de otros deportes como natación, de hombres y de mujeres, esgrima, levantamiento de pesas y tenis. Junto con otros atletas judíos del BEAC, Club de natación de Budapest, y Bar Kochba de Bratislava, logaron establecer una superioridad en natación en una competencia internacional realizada en Viena en noviembre de 1935.

En Alemania, donde la presencia judía estaba diseminada en muchas comunidades, existía en la mayoría de las ciudades medianas y grandes, algún club deportivo judío o bien los jóvenes se organizaban para ir al que les quedaba más próximo.
Durante las Olimpiadas en 1936, las que Hitler aprovechó para mostrar la superioridad del nuevo “hombre ario” alemán, la campeona de nado femenil aprobado por el Comité Organizador, se rehusó a participar en el evento, porque el comité organizador había suspendido a varios otros atletas judíos excluyéndolos de la competencia. Los campeones de natación de la Delegación Austriaca también se negaron a participar en el magno evento mundial.

Por otra parte, Alemania aceptó inesperadamente incluir en su delegación una atleta de esgrima judía: Helene Mayer, que lograría una medalla de plata. Fue la única judía que participó en las Olimpiadas de 1936, probablemente porque los organizadores no se dieron cuenta.

 

Apenas hace dos años le fueron restituidas todas las instalaciones que el Hakoah tenía en 1938.

En estas instalaciones, en julio 2011, se efectuaron los Juegos de la 13ª Macabeada Europea, siendo los primeros que se celebran en Europa Central, después del Holocausto.

Con la participación de equipos de 45 países europeos y un total de 2 mil atletas, que estuvieron presentes en la capital austriaca para celebrar simbólicamente el regreso del deporte judío a este Continente, se llevó a cabo la 13ª Macabeada del 5 al 13 de julio de 2011.

México envió únicamente un equipo de futbol que jugó contra Austria, Suiza, Bélgica e Inglaterra dentro del grupo A. En las finales, jugó contra Francia y ganó, obteniendo así el 3º lugar del torneo.

En diciembre de este año, se celebrarán los Juegos Macabeos Panamericanos en Sao Pablo, Brasil, en la que desde luego participarán equipos del CDI.

 

 

En 2013 se celebrará la 19ª edición de la Macabeada Mundial y se espera la participación de más de 6,000 atletas de más de 60 países del mundo.