SHULAMIT BEIGEL (LONDRES)

Estamos en el mes de agosto y algunos todavía no han salido de vacaciones, otros ya están volviendo. Para aquellos que piensan viajar próximamente a Israel quisiera darles algunos consejos. Cómo llegar a ser un buen turista en Israel , me han preguntado en infinidad de ocasiones algunos amigos latinoamericanos. Y como nosotros en Enlace, al contrario de lo que ocurre con ciertos funcionarios sentados detrás de su escritorio, estamos al servicio de nuestros lectores, voy a darles mi opinión. Siguiendo mis consejos (la dirección no se responsabiliza por el contenido de este espacio), estoy segura que les irá muy bien y serán excelentes turistas aun antes de viajar.

Ropa

Lo primero que ha de hacer cualquier turista que se precie de tal, es llegar con muy poca ropa. Nada de trajes, nada de zapatos, hasta nada de ropa interior. Unas camisetas estilo estudiante de manifestación telavivi, unos shorts cortos estilo pionero de antes, y unas sandalias bíblicas, de esas que venden en Israel, son suficientes si se trata del sexo masculino. Si es una mujer ni eso.

Un turista hoy en día, correctamente vestido, ya no es un turista, sino un ciudadano común y corriente, pero medio raro, de los que hay miles. Un ciudadano con traje y corbata resulta tan ridículo en Israel como un nudista con abrigo o como un trapecista del circo Atayde con traje para bucear. En el turismo israelí local lo que da el tono es vestirse con cosas ligeras…aparentemente desarreglado. Mientras menos ropa lleven encima, más sensación darán de ser personas de mundo.

Como ir de un lado para otro.

Eviten los hoteles pues son carísimos. Un buen turista en Israel debe ser como los caracoles que van a todas partes con la casa encima. Y en este caso la casa sería el coche. Viajen, coman, duerman y hagan todo lo necesario en el coche. Si no tienen dinero suficiente para alquilar un coche, pues entonces les aconsejo que desechen la idea de hacer turismo en Israel y quédense en su casa o vayan a Veracruz o a pasar el día en Cuernavaca.

Fotografiar

Ya con poca ropa, cuélguense al cuello una buena cámara digital de fotografía. La sepan o no usar, eso no importa. Ya saben, un clic por aquí un clic por allá, fotos de esto, fotos de aquello, pero por favor cuídense y no fotografíen nada que tenga que ver con soldados, cárceles, etc. etc. Porque si los agarran les sacarán la cámara y no tendrán ningún recuerdo del día en que flotaron por primera vez en el Mar Muerto o comieron su primer humus en Abu Zikri con su tía Rujele que llegó en especial de Haifa. Por otro lado, en caso de que sí quieran que sepan los nativos de que son turistas, deben vestirse como turistas y tener la cámara fotográfica colgada al cuello. La cara de ingenuo ya no sirve de prueba como antes. Cuando los locales los vean fotografiando, clic clic, se sentirán muy bien, pues pensarán que a pesar de la crisis económica del mundo, a pesar de las manifestaciones estudiantiles, a pesar del calor, pensarán que el turismo no está en crisis en Israel como aseguran los que nos venden los boletos de avión, y los famosos “paquetes”, y que todo lo anteriormente mencionado, crisis, calor etc. no ha asustado a nadie. Y por lo tanto se convertirán en turistas ejemplares, útiles y de provecho.

Mucha curiosidad.

El turismo requiere de una inagotable dosis de curiosidad, por lo que al hacer turismo en Israel deben interesarse por todo lo que vean. Escuchen. Pregunten acerca de tooodo. Hagan mil preguntas, no se queden callados. Les voy a dar algunos ejemplos que tal vez les sirvan de modelo. Ante las ruinas en cualquier sitio histórico pregunten: ¿esto es resultado de alguna guerra o de algún terremoto? En un kibutz, cuando les enseñen los campos sembrados pregunten: ¿aquí labran con tractor o con bueyes como antes? Ante los bosques con muchos pinos: ¿estos árboles los plantaron los israelíes o ya estaban durante el mandato británico? O ¿las manifestaciones de estos jóvenes en todo el país de estos días son por alguna causa social o porque hace calor y la pasan bien en las tiendas de campaña?

Mientras más pregunten sin pena, aún si a ratos se les escapa una tontería, más consideración les tendrán.

Ah…uau

Muestren asombro ante cualquier cosa que les enseñen. Abran mucho la boca en un gesto de uau…uau, ante la mayor insignificancia que les muestren. Ábranla mucho y muchas veces. A ustedes no les gustaría que un israelí visite México y no abra la boca diciendo uau ante las pirámides de Teotihuacán, o wuau en Garibaldi, o el castillo de Chapultepec. Un turista como debe ser no debe dejar de abrir la boca durante varias horas al día. Los que enseñan algo y vean con qué rapidez se despierta su asombro, se sentirán halagados y les considerarán como un turista genial.

La bolsa eso sí

Y sobre todo traigan su cartera llena de dólares, euros, shekels o tarjetas de crédito. Porque en cuanto los locales se hayan dado cuenta que es usted un buen turista, intentarán desplumarle sin la menor lástima. Los taxistas, los vendedores de apartamentos, en las peluquerías, en los hoteles…etc., etc., se darán cuenta que sí, que como México sí hay dos…pero bueno, estos son los inconvenientes por el hecho de querer hacer turismo a la perfección…

Welcome to Israel.