ANDREA MONTIEL

El mundo no existe
cuando el amor empieza,
todo afuera es borrón sin formas.

Los que se aman son arañas
entretejiendo redes
para encerrarse el uno al otro.

Hay un amigo adentro de ambos
que madura
envejece
y se incuba entre el silencio.
Hay un hervor de sienes al principio
donde todo confunden
todo devoran,
par de bestias que copulan
y dan a luz el cielo entero.

Toda la casa es sitio para amarse.
Nadie importa más que el otro.
La piel se alarga de dos en una
atropellándose con las mismas palabras.

Y cuando los cuerpos están solos,
lloran ausencia
son huérfanos perdidos
ciegos sin rostro,
barrancos
para suicidarse
el uno
en el otro.

Ilustración: Arnaldo Coen