REGINA KALACH ATRI

Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra
Traspasado por un rayo de sol:
Y de repente la noche.

SALVATORE QUASIMODO

 

Sopla el viento sobre el pinar,

la memoria aspira ecos de risas,

sabe a musgo el agua de la fuente,

la luz de la tarde ondula en una piedra.

 

Solos sobre el corazón de la tierra,

desnudos, a cielo abierto,

hendidos por el último rayo de un sol

que nos salva de orfandades.

 

Juguemos,

el lobo no está.

Qué importa si la noche

nos  cae dentro.