ENRIQUE RIVERA

Ver una película de Woody Allen supone tanto una buena fotografía, un buen guión y, adicionalmente, “algo” o “mucho” para pensar. Dentro del ciclo que se viene presentado en la Comunidad de Bet-El dedicado a la obra cinematográfica de Allen, impartido por el Director de la Universidad Hebraica, Dr. Daniel Fainstein, ésa ha sido la experiencia.

Sin embargo, el domingo pasado, tuvimos la oportunidad de apreciar una obra que va ligada tanto al factor suerte como a algunas cuestiones relacionadas con el espíritu de los Yomim Hanoraim, es decir, las grandes fiestas del judaísmo.

Enlacejudio.com estuvo ahí y pudo constatar tanto el interés del público asistente en la obra del cineasta, como en las explicaciones el Dr. Fainstein. Este último señaló que el protagonista del filme en cuestión, es un personaje egoísta a quien no le importa pisotear a los demás, con tal de obtener lo que desea.

Sin embargo, buena parte de su disertación, fue dedicada al factor suerte, ya que como el Dr. Fainstein señaló: ”En esta película podemos ver cómo es sólo por cuestión de pequeños detalles o tiempo, atribuidos a la suerte, que el protagonista se salva de ser señalado y capturado como culpable del asesinato que perpetró”.

Al respecto, el destacado intelectual observó: “He traído tres frases, extraídas de la literatura rabínica:

a) No hay suerte para Israel
b) El que cambia de lugar, cambia de suerte
c) Incluso la ubicación del Sefer Torá depende de la suerte.

Muchos y variados fueron los comentarios que la plática del Dr. Fainstein despertó. Al final de la misma nos obsequio una entrevista exclusiva, donde puso de manifiesto ”que el judaísmo de Woody Allen en su obra es una especie de vacío”, tomando en ocasiones concepciones filosóficas,más bien de tipo griegas. Sin embargo, “el humor es típicamente judío (…), el judaísmo no es realmente su fuerte”.

A pregunta expresa mencionó que, “personalmente, este tipo de ciclos me permiten unir dos pasiones: el cine y el judaísmo” .