DANNY AYALÓN via Jpost.com

Israel cuenta con más embajadas y consulados que nunca. Nuestra reorientada política exterior está abriendo puertas y nos estamos asegurando una mayor integración global.

Durante los últimos meses, un supuesto “aislamiento” de Israel ha sido objeto de mucha discusión. Esto está lejos de la verdad, y es irónico que este debate ha tenido lugar durante un desafío efectivo de Israel con el viejo paradigma de los palestinos haciendo uso de las Organización de las Naciones Unidas como un “sello de goma” para sus políticas caprichosas.

Durante décadas en las Naciones Unidas, las demandas palestinas -independientemente de lo falso o de su provocación- fueron aprobadas por una gran mayoría –de pared a pared- en los foros. Recientemente y casi sin precedentes, los funcionarios palestinos han estado escuchando mensajes fuertes de desaprobación y hasta rechazo. El hecho de que funcionarios palestinos, apoyados por todos los medios del mundo árabe e islámico de gran alcance, estén viajando por todo el mundo pidiendo y no recibiendo, no debe pasar desapercibido. Sin embargo, independientemente del resultado del uni-lateralismo palestino provocador, las relaciones de Israel y la cooperación de éste en en el ámbito internacional rara vez han sido más amplias y comprensivas.

Bajo las riendas de la dirección política actual del Ministerio de Relaciones Exteriores, Israel cuenta con más embajadas y consulados que nunca antes (muchos de éstos reabiertos después de haber sido cerrados en gobiernos anteriores), con más países pidiendo la representación israelí en cada territorio que simplemente nuestro presupuesto actual logra a cubrir.

El número de invitaciones recibidas por las autoridades israelíes para visitar las naciones de todo el mundo va en aumento. Más países que nunca entendienden nuestra política exterior reorientada a abrir más puertas, y nos estamos asegurando de una mayor integración que en tiempos anteriores.

Mientras que los últimos gobiernos ignoraron vastas regiones del mundo, centrándose en pocas áreas que se consideraron tenían una muy importante estratégica, la nueva política exterior de Israel, encabezada por el canciller Avigdor Lieberman, hace incursiones en áreas de gran importancia ignoradas durante mucho tiempo por el ex-ministros israelíes de Relaciones Exteriores. Recientemente hemos escuchado muchos líderes en Europa Central y Oriental, América Latina, Asia y África quienes fueron equívocamente ignoradas por Israel.

Muchos afirmaron que sólo cuando se trataba de un asunto de vital importancia para Israel, sólo de esta manera fuero escuchados y atendidos. Para tener éxito en las relaciones internacionales hay que poner un trabajo constante bajo una gran y consistente esfuerzo.

Por desgracia, se está trabajando el doble en muchas áreas para alcanzar los años de abandono a éstos países. No obstante, a pesar de estos desafíos, estamos logrando éxitos en el ámbito internacional en cuestiones relacionadas más allá del conflicto.

Dos ejemplos notables son la reciente aceptación de Israel en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización Europea de Investigación Nuclear (CENR por sus siglas en inglés).

El aumento de la cooperación trilateral con los países socios como Alemania, Canadá e Italia además de trabajar con las naciones del mundo en desarrollo está cosechando los beneficios para los habitantes de esas regiones, y ha ayudado a redefinir Israel como un socio importante en temas globales tales como la gestión de lucha contra la desertificación, la administración del agua, y las técnicas agrícolas modernas.

Hace unos meses fuimos anfitriones de la Conferencia de Mujeres Líderes Internacional sobre Ciencia, Tecnología e Innovación a la que asistieron mujeres líderes de todo el mundo, incluyendo la Vicesecretaria General Asha-Rose Migiro para las Naciones Unidas, y la Directora General de UNESCO Irina Bokova.

Además, durante los últimos años Israel ha promovido resoluciones en la ONU ajenas por completo a cualquier conflicto actual o al Holocausto. Nuestra agricultura, conocimiento tecnológico y la disposición para ayudar a la humanidad, son en gran medida nuestro apoyo en los organismos internacionales de la ONU y otros.

Sin embargo, el verdadero resultado de la cada vez mayor inclusión, integración y colaboración de Israel son nuestros crecientes lazos diplomáticos con numerosos países.

Diálogos e gobierno a gobierno, donde un gran número de ministros del Gobierno de Israel y otra nación se reúnen para discutir asuntos de mutuo interés y promover el fortalecimiento de las relaciones bilaterales, han incrementado significativamente con una cantidad sin precedentes de estas reuniones que tienen lugar en los años recientes.

Las relaciones económicas también se han solidificado, el volumen comercial ha crecido, y muchos acuerdos de cooperación económica han sido firmados en los ámbitos de la fiscalidad, la protección de las inversiones, las zonas de libre comercio y el intercambio de delegaciones económicas.

Esto ha ayudado en el aseguramiento de una economía fuerte y estable que ha visto a Israel sobrellevar muy bien con la recesión internacional.

Mientras nos enfrentamos a muchos desafíos con algunos de nuestros vecinos, algunos acontecimientos recientes son el resultado de cambios completamente no-relacionados con Israel o nuestro conflicto con los palestinos.

El deterioro de las relaciones con Turquía comenzó mucho antes de que el gobierno actual asumió el cargo. Su manifestación más evidente fue la humillación pública del Presidente Shimon Peres por el Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan en Davos a principios de 2009, durante uno de los gobiernos menos optimistas en la historia de Israel.

La nueva política exterior de Turquía los ha llevado a desacuerdos con muchos de sus vecinos, estando Israel en el mismo punto que Grecia, Chipre, Armenia y la Unión Europea al haber sido criticados recientemente por el Gobierno turco.

La llamada “primavera árabe” que se extiende por el Oriente Medio y África del Norte, no tiene conexión con Israel o nuestro conflicto con los palestinos. Es difícil predecir el resultado, pero si lo hace llevar a una mayor libertad, democracia y desarrollo, entonces la región se beneficiará en su conjunto.

De todos modos, Israel seguirá siendo fiel a sus principios, a pesar de los cambios que nos rodean. La seguridad y los intereses de Israel y su gente son insuperables en nuestra lista de prioridades. Ésto no es negociable y no debe pedir disculpas por ésto, incluso si lleva a malos entendidos, incluso entre los aliados y amigos. Israel no debería tener que aceptar algo menos que cualquier otra nación soberana en una situación similar.

Aún nos enfrentamos a muchos retos, pero en cualquier medida nuestro éxito es superior a cualquier falla percibida y estamos en el camino incluso a una mayor integración.

Israel es miembro de varios foros internacionales, y participa en un gran número de importantes eventos internacionales, firma y lleva a cabo más acuerdos bilaterales y se ha integrado en la agenda global como nunca antes. Este enfoque holístico de la política exterior puede que no reciba la atención de los titulares en los medios de comunicación, pero es la base fundamental para el fortalecimiento de nuestra actual posición internacional.

 

El autor es el actual vice Ministro israelí de Asuntos Exteriores.