SERVANDO SÁNCHEZ EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Sin duda, las nuevas tecnologías están transformando el mundo musulmán. Ahora el árabe es el uno de los idiomas más usado en Facebook; Twitter es el que tiene el mayor crecimiento en el mundo. Los egipcios le llamaban a su revolución, la revolución del Facebook. De hecho la revuelta egipcia inició a partir de un llamado en el Internet a la protesta.  Internet les muestra un mundo diferente a lo que están acostumbrados y les provoca inquietud y envidia por los bienes materiales de otros países no musulmanes y que carecen y ven en su computadora. El alto desempleo, salarios mal pagados, falta de oportunidades y un futuro incierto, son las características sociales principales de las mayorías de los habitantes de países como Túnez, Libia, Egipto, Marruecos, Siria, que son consecuencia de sus creencias político-religiosas  y que derivó en gobernantes dictatoriales eternos que no distribuían la riqueza generada, aunado con nulas o casi nulas políticas de desarrollo educativas(p.e. alto analfabetismo), industrial, científico y social y con una oposición radical religiosa que presionaba a obtener el poder.

Hagamos un recuento de la situación de los países del medio oriente, y que tienen mayoría musulmana. Analicemos, el Islam no es una religión, establecerlo así es un gran error, sino un sistema político-religioso, que lleva a los individuos a formar países con religión de estado: el Islam, e incluso con dirigentes religiosos de estado como en Irán. En todos los países se prohíbe la difusión pública de otra religión que no sea el Islam, la educación religiosa es obligatoria y es una herejía hablar de la teoría de la evolución. Aunque Turquía y Jordania declaren que no tienen religión de estado, sin embargo, la enseñanza religiosa es obligatoria en la educación elemental y la difusión pública de las sectas cristianas ha sido combatida.

La Democracia como la conocemos en occidente, es extraña y hasta contraria a las creencias de estas sociedades basadas en el Corán. Decía un Imán Belga: “o tenemos Islam o tenemos democracia, pero no ambas”. Si definimos que la Democracia es más que elecciones (como el sistema políticos que tuvimos en México hasta 1976) sino un conjunto instituciones, donde los ciudadanos poseen prerrogativas que garantizan: el respeto a las minorías, la representación política de ellas en el Congreso, la Transparencia de todos los actos de gobierno demandada por los ciudadanos, la Rendición de cuentas a la ciudadanía de los actos de gobierno, la igualdad de los individuos ante la Ley, la vigencia del estado de derecho, las condiciones sociales, culturales que ayuden a la libre autodeterminación política de los individuos, la consulta popular y el referéndum. Todo esto último suena contradictorio a lo que ordena el Corán, donde los infieles y no musulmanes tienen categoría de infrahumanos y animales.

Hago referencia a Turquía, que no es árabe y no está en los países con revueltas, porque tienen un sistema lo más parecido a las democracias occidentales y que serviría como modelo a seguir, para los afectados por las revueltas. En el siglo pasado, Ataturk comprendió que no ser una república laica como las europeas, fue el origen de su atraso y a la humillación de ver reducido lo que fue el Imperio Otomano. Estableció una república “laica” así dice su constitución, pero con limitaciones, p.e. la educación pública no es laica, la prensa está controlada y ocasiona que actualmente haya docenas de periodistas encarcelados por cuestiones políticas.

Intentó exportar su modelo a los países del norte de Africa en la gira que su primer ministro R.T. Erdogan, realizara el verano pasado, pero fue rechazado. Uno se pregunta: ¿qué no querían democracia los de la primavera árabe? Bueno, eso lo dijeron los comentaristas ignorantes del medio oriente.

En realidad no desean una revolución “laica” como la turca. Las revueltas recientes en estos países, son un reflejo del descontento social, pero no hacia su sistema de costumbres y creencias religiosas, a las que consideran no causativas de su nivel de vida paupérrimo, sino a sus dictadores. Por lo que, la propuesta de una democracia laica les parece totalmente ajena y herética.

Esa, es la razón de que están eligiendo representantes islamistas en sus gobiernos, incluso a los radicales salafistas, que no tienen absolutamente nada de democráticos. Están siguiendo al movimiento islámico de la Hermanad Musulmana principalmente. El modelo de la Hermandad Musulmana, se ha exportado y ganado adeptos a lo largo de los años en los países sunitas, con su consigna central de: “La Jihad es el Camino” pero mediante una vía pacífica y con la paciencia como su estrategia.

Los partidos islamistas no quieren abandonar la religión de estado, sino radicalizar sus sociedades. Por ejemplo, el respeto a la igualdad de los sexos y minorías frente a la ley, choca contra el propio Corán en el Sura 4 versículo 34, que dicta a sus seguidores, que las mujeres tienen un valor judicial de la mitad de los hombres y da autoridad al hombre de golpearla físicamente, al describir que Alá le dio la facultad de dominarla, aquí la cita textual:

...“¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, PEGADLES!….. Claro, es el criterio del marido, el considerar cuando una mujer es rebelde o no; además, lamentable que se justifique esta situación como una verdad y orden eterna de Dios.  Hay una condición de patología psiquiátrica denominada misoginia u odio a las mujeres, señalado como un estado de celos enfermizo, que padece una parte no despreciable de los hombres, con comportamientos destructivos a su mujer (no necesariamente físicos) y es al menos muy conservadoramente del 15% en occidente; pues bien, en estas sociedades tienen un paraíso donde se desarrolla a niveles monstruosos. En las escuelas públicas elementales religiosas de Egipto, se sigue enseñando que los no musulmanes somos bestias (Corán Sura 8, ver 57) y un explicito odio jihádico hacia los infieles y acciones punitivas como decapitamientos, etc. De hecho, el obstáculo que tenían para llegar al poder los partidos islamistas, eran los gobernantes militares depuestos. Y para Israel es una desventaja, puesto que la Hermandad desprecia el tratado de paz firmado en 1979 con Egipto, por lo que se acercan tiempos críticos

La realización de elecciones no garantiza la democracia, como lo ejemplifica Irán.  Lo que podemos esperar es que una vez que los islamistas tomen el poder, se combata a los partidos y a los movimientos seculares y a la prensa, como lo hace Hamas en Gaza y pospongan por años o indefinidamente las elecciones a su conveniencia. La mayoría de la población de estos países no quiere abandonar su condición religiosa por la democracia occidental ajena a lo que dicta el Corán.  Cuando mucho introducirán las elecciones en sus países, pero eso no garantizará el respeto a los derechos igualitarios de las mujeres, minorías, ni la libertad religiosa, ni al abandono del estado no laico.  Los teóricos de la democracia declaran que el estado laico es una condición sine qua non para la existencia de una democracia desarrollada. De otra manera no se garantizan los derechos a todos los grupos de la sociedad. El estado debe ser laico a fin de garantizar el derecho a todos los actores sociales y para no favorecer injustamente a un grupo sobre los demás. El problema principal es que el Corán, la sharía (ley musulmana) y sus clérigos, constantemente están señalando que la democracia occidental es incompatible con las escrituras sagradas, que otorgan a los musulmanes superioridad con prerrogativas judiciales frente a los demás grupos humanos.

 

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