LEÓN OPALÍN

La mejoría que muestra la economía de EUA; la expectativa de que la recesión prevista para Europa no sea profunda, ni se prolongue más allá del 2012, y el hecho de que los fundamentales de la economía nacional son sólidos, hacen prever que la evolución de la actividad productiva de México pudiera ser favorable este año, con un avance de alrededor de 3.0% respecto al previo. Al mismo tiempo hay preocupación por las presiones inflacionarias externas e internas que ya se reflejan en los índices nacionales de precios. En este contexto la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, por sus siglas en inglés, consigna que los precios de los alimentos subieron 11.0% durante el 2011; la mayor tasa inflacionaria desde la crisis del sector en el 2008, no obstante, en el rubro de cereales, en el que México es un gran importador, el alza fue de 35.0%, representó el mayor valor desde la década de los setentas.

Cabe destacar que el impacto inflacionario en el índice de alimentos a nivel nacional se ha visto atizado por la mayor sequía que se registra en el Norte de México en las últimas siete décadas y por la inundaciones observadas en el Sur de la República. El Secretario de Agricultura señala que el balance preliminar de las afectaciones por la sequía superaba 963 mil hectáreas y la muerte de 42,000 cabezas de ganado, cifras que se contempla ascenderán conforme transcurre el 2012; de manera que la crisis alimentaria pudiera acentuar la hambruna que ya se manifiesta en diferentes regiones del país.

En este marco, se estima que las importaciones de alimentos continúen elevándose en el 2012 aumentando la dependencia que México tiene en materia de seguridad alimentaria, de aquí la conveniencia de crear una reserva estratégica de alimentos, particularmente de granos, para poder enfrentar las contingencias del cambio climático. La hambruna que se observa en diferentes zonas del país muestra un drama humano que no sólo es causa de fenómenos climatológicos adversos, sino también “de la ineficiencia e indolencia de los responsables del manejo de las políticas orientadas a contrarrestar los efectos del cambio climático”. Resulta paradójico que frente a la insuficiencia de recursos públicos para enfrentar necesidades apremiantes de la población; se despilfarren miles de millones de pesos en precampañas y campañas por parte de individuos de diversos partidos políticos que pretenden conseguir un lucrativo puesto, supuestamente de elección popular.

En términos generales, en las precampañas electorales para posiciones a nivel Federal, de los Estados y del Distrito Federal no se han planteado propuestas consistentes y mecanismos para alcanzar los objetivos que se pretenden lograr; en la realidad se ha presentado “más de lo mismo”, aderezado por un intenso bombardeo mercadotécnico. La mayoría de los aspirantes no muestran capacidades políticas y ejecutivas para el manejo y superación de la compleja situación económica, política y social que vive el país, agravada por la creciente violencia provocada por bandas criminales que operan y dominan bastos territorios de la nación. No se puede negar que el futuro de México está amenazado por el miedo y la inseguridad que prevalece en la sociedad; la fuerza del Estado se ha debilitado frente al crimen organizado “quien le ha arrebatado a el gobierno territorios y el derecho de piso para recaudar”.

En este marco, las confrontaciones políticas en el proceso electoral de este año se ha incrementado; las descalificaciones entre los aspirantes del PAN a la candidatura presidencial son una clara evidencia de este fenómeno, los propios panistas admiten que su proceso electoral esta viciado, que el partido está dividido y existieron intereses para alterar la contienda. Por lo demás, si como se prevé, el PRI retoma la Presidencia de la República, ello no significará “una alternancia en el poder saludable”; el PRI no ha cambiado, mantiene su vieja retórica de vaguedades; “barnizada” de un lenguaje moderno; no ha aportado ideas originales; sigue siendo un partido clientelar corrupto, conformado por grupos que a través de una red de intereses corporativos atienden a sus propias demandas y no dan prioridad a las demandas de la sociedad. El PRI resurge “beneficiado de la incompetencia del panismo y el perredismo autodestructivo”.

Frente a la ascendente insatisfacción ciudadana en la democracia y en las autoridades electorales, se corre el riesgo de una movilización social postelectoral de gran escala.