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La llegada de los primeros observadores militares de la ONU no ha tenido consecuencias por ahora sobre la situación en Siria, donde continuó hoy el bombardeo de artillería contra dos barrios de la ciudad de Homs, según opositores y defensores de los derechos humanos sirios.

En la ciudad de Hama murieron por disparos dos civiles en su coche en la noche del domingo, mientras que desde Idlib se informó de enfrentamientos entre desertores y tropas del régimen de Bashar el Asad.

“Se están produciendo fuertes enfrentamientos en la provincia norteña de Idlib, mientras que se reanudó el bombardeo en áreas de Homs, en medio de intentos de las fuerzas gubernamentales de controlar algunas áreas dentro de la central provincia rebelde”, indicó en un comunicado el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó el lunes tanto al gobierno como a la oposición siria a abstenerse de cualquier acto de violencia ya que el alto el fuego vigente desde el jueves es “muy frágil”.

“Este proceso de cese de violencia es muy frágil, por lo que requiere apoyo y cooperación absoluta por todas las partes involucradas- las autoridades sirias y las fuerzas opositoras”, dijo Ban desde Bruselas.

En la noche del domingo llegó a Damasco el primer grupo de cinco observadores de la ONU, a los que le seguirán otros 25. Más tarde el número debe llegar a unos 250. La tarea de los cascos azules será vigilar la retirada de las tropas de las ciudades y el mantenimiento de la tregua, condiciones del Plan de Seis Puntos del enviado especial Kofi Annan. El acuerdo fue aceptado tanto por la oposición como por el gobierno.

Este primer grupo de observadores no podrá sin embargo iniciar todavía su trabajo. “Primero hay que acordar y firmar un protocolo con las autoridades sirias”, explicó el lunes uno de los observadores llegados durante la noche a Damasco. El encargado de la misión, Mohammed Hmeich, confía sin embargo en poder comenzar con el trabajo práctico “muy pronto”. En un primer momento se había apuntado que el equipo de observadores constaba de seis integrantes pero Hmeich aclaró que son solo cinco.

La agencia estatal siria Sana señala hoy que el gobierno no tiene nada contra la presencia de los observadores mientras no violen la soberanía del país. Por el contrario, las autoridades esperan que los extranjeros documenten las maniobras de “las bandas terroristas armadas”.

Por otro lado, la OTAN informó hoy desde Bruselas de que Turquía no solicitó su intervención en el conflicto sirio tras el tiroteo que se registró la semana pasada dentro de sus fronteras.

Tras el ataque a un campo de refugiados sirios en Turquía, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió que la Alianza Atlántica podría intervenir bajo el artículo 5 del Tratado de la OTAN, que obliga a cualquier estado miembro a considerar un ataque contra otro socio como una agresión a toda la alianza.

“La seguridad de Turquía (…) está garantizada por el artículo 5 y eso no va a cambiar”, apuntó hoy un funcionario de la OTAN. “Pero no ha habido discusión real sobre ello ni se ha reclamado que (este asunto) se discuta”, agregó.

El representante de la OTAN reiteró que en la actualidad no se habla de una operación militar en el país: “Por el momento, tanto Turquía como nosotros nos centramos en la situación humanitaria y en apoyar los esfuerzos de Annan para poner fin a la violencia”.