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El terrorista suicida que iba hacer explotar un avión con destino a EEUU en las fechas cercanas al aniversario de la caída de Bin Laden era en realidad un agente doble de la CIA infiltrado en la rama yemení de Al Qaeda, según informa este martes el ‘New York Times’.

El presunto ‘kamikaze’ tenía previsto explotar realizar una ‘versión 2.0’ de el atentado frustrado del día de Navidad de 2009, cuando un nigeriano estuvo a punto de hacer saltar por los aires un avión explotando un artefacto explosivo que portaba en sus calzoncillos.

Ni la CIA ni la Casa Blanca han querido hacer comentarios sobre esta información. La versión oficial de la Administración Obama hablaba el lunes de una trama terrorista frustrada desmantelada por la propia agencia de inteligencia. Ya ayer, fuentes oficiales apuntaban que la desactivación de esta amenaza fue posible gracias al trabajo de un agente infiltrado, pero sin aclarar cuál iba a ser su ‘papel’ en la trama terrorista.

El infiltrado, cuya nacionalidad no ha trascendido, se ofreció voluntario para esta misión y después huyó hacia los Emiratos Árabes con el explosivo que se pensaba utilizar en el atentado. La información del agente doble ha permitido a la CIA abortar y eliminar al yemení Fahd al-Quso, miembro de Al Waeda y buscado por un atentado contra el USS Cole en el año 2000.