TERRA NETWORKS

Hoy en día se ha hecho más difícil lo de ser madre. ¿Quién lo iba imaginar? Nuestras madres se quejaban de que no tenían las opciones que se nos ofrecen a nosotras, pero es exactamente esa opción la que nos vuelve locas.

Y por si fuera poco, el costo de la vida ha subido tanto que lo de quedarse en casa se ha convertido en un lujo del pasado.

Toda una gama de posibilidades

Las opciones se nos ofrecen desde el momento en que quedamos embarazadas, desde todo una gama de ropa para embarazadas de lo más chic, a toda una selección de libros, artículos y ensayos sobre cómo ser la mejor madre del mundo y si aún quedan dudas, los pediatras con su tropel de enfermeras te permiten llamar por teléfono.

Estrés e insatisfacción

Esto está muy bien, pero lo que se ha complicado es una sensación profunda de insatisfacción que proviene generalmente de una competitividad no escrita entre las madres, una especie de status quo que tiene hasta la ama de casa (porque el bolsillo se lo permite), simplemente frustrada.

Que si el mejor nido, si la mejor clase de música,la mejor guardería, la mejor clase de baile y cómo no, una escuela privada que tiene un test que a los pobres chicos los pone muy tensos y de paso a sus padres.

Antes se era mamá y punto

Ya lo de ser mamá y quedarse en casa con los niños, no es suficiente. Nooo… hay que llevarlos aquí y allí, exponerlos a todo tipo de experiencias como animales circenses para que aprendan más rápido y mejor. Y si a esto le añadimos que la gran mayoría de las madres en este país trabajan full time, porque lo de media jornada es una quimera que muy pocas consiguen cristalizar, el estrés como te puedes imaginar, alcanza niveles inconcebibles.

No mueras en el intento

Para realizar tremenda tarea y no morir en el intento, aquí les presento un decálogo de la madre moderna basada en mi propia experiencia (madre de dos niños por debajo de los tres años y trabajando desde casa):

  1. Evita el multitasking o hacer múltiples cosas a la vez
  2. Tómate un respiro como mínimo 3 veces al día donde paras TODA actividad, te sientas y NO haces nada durante 15 minutos (que por más que hagas la lista no tiene fin).
  3. Encuentra ‘me time’, es decir, tiempo para ti sin niños y sin remordimientos.
  4. Sal con tu pareja como mínimo cada dos semanas y deja una noche por semana para ponerse al día.
  5. Escucha música relajante.
  6. Únete con otras madres que tengan hijos de la misma edad para que ellos jueguen y ustedes hablen de sus propias cosas de mujer.
  7. Apóyate en la familia, pásale los niños a la abuela si tienes.
  8. No uses el poco tiempo que tienes en ver la televisión a no ser que sean series cortas y divertidas como Friends, Seinfeld o Sex in the City para desintoxicarte y reírte un poco (la risa sigue siendo una de las mejores terapias contra el estrés y sobre todo parar las frustraciones).
  9. Sal de casa con o sin niños, el aire fresco sienta bien a toda la familia.
  10. No pierdas el tiempo o tu dinero en centros comerciales o yendo de compras, es de lo más estresante aunque en ese momento no te lo parezca. Acuérdate del lema: Menos es más.

Y sobre todo, no te tomes tan en serio, diviértete con los niños, pasa de las cosas irrelevantes (que más da si la casa no está tan limpia como solía) que lo de ser mamá es una bendición que debes aprender a disfrutar cada día.