ABC.ES

Los restos de más de 60 personas víctimas del programa de eutanasia de los nazis entre 1938 y 1945, conforme a políticas eugenésicas, fueron enterrados ayer en el Cementerio Central de Viena, en una ceremonia en la que participó el presidente de Austria, Heinz Fischer.

Casi 800 niños y adolescentes fueron asesinados en el antiguo reformatorio “Am Spiegelgrund”, cerca de la capital austríaca, dentro de un amplio programa nazi para acabar con las personas consideradas “indignas” de vivir.

Los restos de las víctimas fueron usados durante años, incluso tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, para investigaciones científicas médicas en algunas universidades de Austria.

En 2002 fueron enterrados en Viena los restos de cientos de víctimas de los malos tratos y experimentos realizados en “Am Spiegelgrund”, aunque tras certificarse con seguridad en recientes investigaciones la identidad de los restos de más de 60 cuerpos se decidió llevar a cabo un nuevo sepelio.

En su discurso, el presidente austríaco advirtió contra la banalización de los crímenes del nazismo, que en ocasiones son comparados con otros que carecen de su dimensión.

“Sería una terrible trivialización hacer comparaciones entre el nazismo y algunos problemas actuales”, indicó.

En total, en Austria fueron asesinadas durante el programa de eutanasia, que llevaba el nombre de “Aktion T4”, más de 7.000 personas, en su mayoría en cámaras de gas, pero también murieron a causa de malos tratos, desnutrición, experimentos médicos y transmisiones deliberadas de enfermedades.

A partir de 1941, el programa de eutanasia fue “descentralizado” y las personas “indignas de vivir” fueron internadas en diferentes centros de Austria, como “Am Spiegelgrund” o “Am Steinhof”, ambas en Viena.

La ceremonia de hoy tiene lugar un día después de que Austria conmemorara el 67 aniversario de la rendición de los nazis ante los aliados y, con ello, el fin de la II Guerra Mundial en Europa.