SALOMÓN LEWY

¿Qué es un líder? ¿Cómo surge? ¿Qué cualidades lo distinguen?

Estas cuestiones están hoy más vigentes que nunca. Recorremos el mapa mundial y no hallamos ejemplos actuales, sólo escuchamos ruido político.

Líder es alguien que anima a ser seguido, una persona que tiene la suficiente energía y capacidad de mando para motivar a los demás y convencer con la claridad de sus ideas y actitudes.

Surge como la belleza de la orquídea, adherida a un poderoso tronco – sus ideales.

Consistencia, terquedad, claridad de pensamiento y, por encima de todo, honestidad. De faltar cualquiera de estos atributos, el líder deja de serlo.

David Ben Gurión fue un líder, y continuará siéndolo en tanto sea reconocido como el motor que impulsó el establecimiento del Estado de Israel como hoy lo vemos y sentimos.

Igual que muchos de nuestros pro-hombres, provino de un pequeño “shtetl”, Plonsk, una aldea de la antigua Rusia de los zares, en el seno de la humilde familia Grün. Estudió en un “jeder” en su infancia. Al fallecer su madre en 18897, a los once años de edad ingresó a una modesta escuela fundada por su padre, Avigdor, vigoroso impulsor del idioma hebreo y el sionismo.

Los “pogroms” afectaron profundamente el espíritu del pequeño David quien, sin arredrarse, reunió a sus amigos y fundó el movimiento “Ezra” basado en la capacitación agrícola y la difusión de la idea de emigrar a la antigua Palestina.

Cuando cumplió dieciocho años viajó a Varsovia, encontrando que existía un grupo político sionista – Poalei Ziion – que reflejaba los ideales del joven Ben Gurión, al grado que dos años después, durante la famosa Segunda Aliyah, emigró a Palestina, a la sazón parte del imperio otomano, y se estableció en Petaj Tikvah y luego en Zijron Yaacov. Su pasión por el sionismo y la agricultura lo llevó a Zehra, Menajemia y Kineret, asentamientos del Galil.

Sus inclinaciones políticas devinieron en su afiliación al partido Laborista israelí al grado de que impulsó, en 1907, una reforma a sus estatutos: la independencia política del Pueblo Judío en esas tierras.

Como es normal, este escribidor se enorgullece de haber sido “javer” del movimiento Hashomer Hatzair, fundado por David Ben Gurión en 1909, cuyo propósito inicial fue la defensa de los asentamientos judíos en Palestina.

Su inquietud lo llevó al establecimiento del periódico “Ajdut”, firmando sus escritos ya no como Grün sino como Ben Gurión.

Su inquieta naturaleza y el deseo de ilustración lo llevaron a Turquía para aprender el idioma y estudiar Leyes. La Primera Guerra Mundial frustró su intento. Fue expulsado por el imperio turco a Egipto por promover la emigración judía.

En 1915 decidió viajar a los Estados Unidos. Allí conoció a Paula, su esposa.

Organizó Hehalutz, una organización sionista, la cual respaldó la declaración de Lord Balfour, misma que apoyó luego de la caída del imperio otomano y la consecuente dominación de la corona inglesa del territorio palestino en 1918.

Ben Gurión decidió regresar a Palestina y con su habilidad política, se dedicó a establecer instituciones como la Histadrut, el órgano representativo de los trabajadores, de la cual fue secretario general varios años y a la que llevó a ser potencia económica y social a la que los ingleses referían discretamente como un estado ‘on the way’.

En 1933, su inveterada fuerza política convenció a varios partido laico-socialistas de formar uno solo: MAPAI – Partido Laborista Israelí, del cual fue secretario general por más de veinticinco años.
Dos años después fue nominado presidente del comité ejecutivo de la Agencia Judía, la famosa Sojnut.
Toda la labor de Ben Gurión fijó las bases para lo que hoy es el orgulloso Estado de Israel. La consecuencia natural de ello fue que los países árabes circundantes rechazaran el establecimiento de los judíos en la zona. Ben Gurión propuso mantener “aunque fuera” la quinta parte de Palestina. Hubo quienes lo respaldaron – Jaim Weizman y Moshe Sharet – , mas hubo fuerte oposición por parte de Golda Meir, Zeev Jabotinsky y Bérele Katzenelson.

Las revueltas árabes de 1936 a 1939 dividieron más las opiniones de los dirigentes judíos. Unos decían, con Ben Gurión , que la reacción del recién establecido cuerpo de defensa, la Haganá, fuese limitada. Los otros, el famoso Irgún de Jabotinsky y Menajem Begín, iban por todo.

La Pérfida Albión, como se llegó a denominar a la corona inglesa, publicó en 1939 el infausto Libro Blanco, restringiendo la inmigración judía. La reacción de Ben Gurión no se hizo esperar, pero aún comprendiendo la seriedad de los impedimentos ingleses, apoyó totalmente la guerra contra el nazismo, contribuyendo a su vez al rescate de los judíos europeos.

Al finalizar la guerra, dedicó sus esfuerzos a impulsar la inmigración judía, creando asentamientos nuevos en toda la zona. Al mismo tiempo, impulsó el fortalecimiento de un verdadero ejército de defensa.

Y llegó la gran fecha: 14 de mayo de 1948. David Ben Gurión fue el encargado de declarar la Independencia del Estado de Israel. Siete estados árabes atacaron al naciente estado. Ben Gurión, en una medida de autoridad suprema, mandó unificar las fuerzas de Israel en una sola: Tzahal, el famoso ejército de defensa israelí. Aún sus opositores internos sufrieron las consecuencias.

En 1949 se celebraron las primeras elecciones parlamentarias de Israel. La Knesset eligió a Ben Gurión como Primer Ministro y Ministro de Defensa.

¡Qué tareas le esperaban! Absorber a miles de judíos de todos los países imaginables, sin recursos económicos suficientes para acogerlos, y por otra parte, contener a los árabes que pretendían arrasar con el recientemente establecido país.

El racionamiento fue una parte de la solución. Este escribidor recuerda 1953. Todo alimento era substituto (bimcom): café soluble, huevos en polvo, magras hortalizas, etc.y había que compartir.

El espíritu de David Ben Gurión lo llevó hasta Alemania a exigirle al entonces primer ministro Konrad Adenauer una restitución, por pequeña que fuera, del horror y el daño conferido a los judíos por los nazis. Ese objetivo también lo consiguió.

Ese 1953 marcó también el primer retiro de Ben Gurión. Uno de sus ideales era hacer que el desierto del Neguev floreciera. Mandó construir una casita en el kibbutz Sde Boker, cerca de Beersheba, donde se dedicó a leer, recibir gente de todo el mundo y escribir sus memorias, pero ese no podía ser su papel.

Volvió al gobierno en Jerusalén como Ministro de Defensa y pocos meses después retomó el primer ministerio el cual mantuvo hasta 1963.

Sus constantes desencuentros con sus propios allegados reforzaron su decisión, no sin antes abandonar el Partido Laborista y fundar otro, “Rafi”, junto con Simón Peres y Moshé Dayan.
Paula, su esposa falleció en 1968. En 1970 decidió regresar a Sde Boker en forma definitiva, donde falleció el 1 de diciembre de 1973. Su tumba se encuentra junto a la de su esposa en Sde Boker.

Su herencia, para nosotros, es demasiado imponente para ser descrita. Baste decir que si alguna vez hubo un líder fuerte, carismático, controvertido pero honesto hasta el extremo, ese fue David Ben Gurión (Z”L).