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En pleno sprint final de los preparativos para los Juegos Olímpicos de Londres, el CIO (Comité Olímpico Internacional) se enfrenta a una polémica tras denegar a la petición de Israel de guardar un minuto de silencio por las víctimas de los atentados terroristas durante los Juegos de Múnich en 1972.

El viceministro del Exterior de Israel, Danny Ayalon, solicitó que el homenaje tenga lugar el próximo 27 de julio durate en la ceremonia de apertura de la cita londinense, en la que se cumpliran 40 años de la tragedia.

La negativa de Jacques Rogge, presidente del CIO, a acceder a ese deseo le ha acarreado muchas críticas. Ayalon calificó de “inaceptable” la respuesta por escrito de Rogge y ahora planea presionar al organismo olímpico y forzarle a cambiar de opinión. Por su parte, Rogge ha argumentado que el movimiento olímpico ha evocado ya en diversas ocasiones la memoria de las víctimas israelíes y lo seguirá haciendo.

En 1972, 11 miembros del equipo israelí en los Juegos de Múnich murieron en un atentado terrorista. ‘Efeméride’ de la que el 5 de septiembre se cumplen 40 años. “Tenga usted la seguridad de que en el seno de la familia olímpica no morirá jamás el recuerdo de las víctimas de la horrible matanza de 1972”, escribió Rogge, que emplazó a los representantes de la delegación israelí a un acto íntimo de conmemoración en Londres al margen de los Juegos.

“Ofensa olímpica”, comentó indignado el diario The New York Post. Mientras, The New York Daily News imputa a Rogge incluso “cálculo en lugar de compasión”. A dos meses para el comienzo de los Juegos, el CIO se ve sometido así a un desagradable debate público. “No dejaremos que el caso se vaya esfumando”, anunció Ayalon.

“Se trata sólo de un minuto”, agregó. Ya en pasados Juegos Olímpicos hubo peticiones semejantes por parte de Israel.

Con el “no” a Israel, el COI quiere eludir posibles conflictos con el mundo árabe. Hoy en día 23 países arábes y 53 musulmanes se hallan englobados en el COI. “En calidad de miembro del COI me pregunto por qué ahora un minuto de silencio”, dijo el miembro israelí del CIO Alex Gilady, que pertenece a la organización desde 1994.

“El momento adecuado para ese minuto de silencio fue en 1976. Esto es una obsesión. La comprendo, pero no puedo respaldarla, pues pondría poner en peligro la unidad olímpica”.

Además, están a punto de concluir las complicadas negociaciones del CIO con altos representantes de Arabia Saudí en las que se pretende que el estado petrolífero por fin envíe en Londres a una mujer a los Juegos. De momento es el único país de la historia olímpica que nunca lo hizo.