CON INFORMACIÓN DEL NUEVO HERALD Y DEBKA FILES

Los observadores de la ONU en Siria suspendieron el sábado sus actividades, incluidos patrullajes, ante una escalada de violencia en el país, informó el responsable de la misión, en el indicio más evidente hasta ahora de que se desintegra el plan internacional de paz para esa nación.

El general Robert Mood explicó que el derramamiento de sangre se ha agravado en los últimos 10 días y que esto plantea riesgos considerables para la vida de unos 300 observadores en Siria. Esta situación, puntualizó, obstaculiza la capacidad de la misión para cumplir con su mandato.

Según un comunicado de Debka Files, funcionarios del Pentágono informaron a NBC TV que un contingente de las fuerzas especiales rusas está en camino a Siria, en específico al puerto de la ciudad costera siria de Tartus. El contingente estaría compuesto por infantes de marina de guerra y llegará en Siria en las próximas horas.

En un anuncio separado anterior, fuentes del Departamento de Defensa de Estados Unidos en Washington informaron que fuerzas militares de EE.UU.también planeaban operaciones contra Siria.

Según fuentes militares de DEBKAfiles, la guerra civil de Siria se está moviendo hacia una intervención militar de gran envergadura. Moscú, mediante el envío de tropas a Siria sin la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha establecido un precedente a seguir para los Estados Unidos, la Unión Europea y los gobiernos árabes. Todos ellos se abstuvieron de enviar tropas a Siria, porque para detener el derramamiento de sangre en Siria fue bloqueada en el organismo de la ONU.

Otras fuentes han pedido tomar en cuenta, en caso de un enfrentamiento militar en la zona, al arsenal químico militar de Assad, el cual podría usarse contra Israel.