ABC.ES

19-Julio-2012.-El líder del movimiento chií libanés Hizbulá, el jeque Hasan Nasralá, condenó el atentado cometido en Damasco contra la cúpula de la Defensa siria y calificó a los fallecidos de “compañeros de lucha”.

“Compartimos el duelo con el liderazgo, el pueblo y el Ejército sirios; ese ataque solo sirve a los intereses del enemigo israelí”, subrayó el clérigo en un discurso con ocasión del aniversario del conflicto de julio y agosto de 2006 entre el grupo chií e Israel.

Los rebeldes sirios asestaran hoy el mayor golpe contra el régimen de Bachar al Asad, desde el inicio de la revuelta en marzo de 2011, con el asesinato del ministro y del viceministro de Defensa, Daud Abdelá Rayiha y Asef Shaukat, respectivamente.

Junto a estas dos muertes, un asistente del presidente falleció y varios responsables del régimen resultaron heridos en una explosión contra la sede de la Seguridad Nacional en Damasco.

Ante cientos de sus seguidores, Nasralá aseguró que “Siria es el respaldo verdadero de Hizbulá” y que la mayor parte de los misiles que golpearon Israel durante el conflicto de 2006 fueron fabricados por Siria.

Asimismo, aseguró que tras la citada guerra, el problema para EEUU e Israel es “la Siria de Bachar el Asad, porque se convirtió en los últimos diez años en una verdadera amenaza militar”.

“EEUU se aprovecha de las justas demandas de democracia y reforma (del pueblo sirio) para desatar esta guerra, porque quiere destruir y dividir a Siria”, denunció.

Nasralá destacó que las autoridades sirias siempre han respaldado tanto a la resistencia del Líbano como a la de la franja de Gaza, que -dijo- también ha recibido misiles sirios.

A su juicio, “existe un proyecto de EEUU y de Occidente para evitar que haya ejércitos fuertes para preservar la seguridad de Israel”.

El presidente libanés, Michel Suleiman, también condenó el atentado de Damasco, que calificó de “acción terrorista”.

Tras el ataque, las fuerzas de seguridad libanesa reforzaron sus posiciones en la ciudad septentrional de Trípoli, escenario de violentos enfrentamientos el mes pasado entre partidario y detractores del régimen de Al Asad.

El despliegue de seguridad se efectuó principalmente en los conflictivos barrios de Bab el Tebaneh (de mayoría suní) y Yabal Mohsen (alauí, la confesión de Al Asad).

En Trípoli, en las zonas que apoyan la revuelta, fueron disparados fuegos artificiales y tiros al aire para celebrar la muerte de los altos mandos de Defensa sirios.

También se registraron disparos entre los habitantes de los citados barrios, que causaron un muerto y cinco heridos, según la cadena de televisión libanesa MTV.

Cada vez es mayor el temor de que la crisis siria se extienda al Líbano, país que las autoridades de Damasco controlaron durante casi tres décadas.