SALVADOR SOSTRES/ELMUNDO.ES

Si lo de Siria lo estuviese haciendo Israel, la familia Bardem estaría encadenada en cualquier farola de la Castellana haciendo por turnos una ruidosa y muy mediática huelga de hambre. Se habrían organizado toda clase de manifestaciones y de otras actuaciones deplorables frente a la embajada israelita. Los insultos serían gravísimos y sistemático, y no faltarían las atroces comparaciones con el Holocausto.

Pero en Siria no hay suficiente cosmético para que estos hipócritas puedan disfrazarse de buenos y de solidarios. Además, con el tiempo, esta izquierda banal y ridícula ha ido desarrollando una siniestra simpatía por las dictaduras islamistas. De Irán todo les parece bien y nunca dicen nada, ni cuando el ayatolá asegura que quiere borrar Israel de la faz de la Tierra. En Egipto no pararon hasta que hicieron caer al aliado de Occidente para poner a los islamistas que ahora gobiernan. Felicidades.

De lo de Siria ¿qué han dicho? No han dicho nada. ¿Qué han hecho? Tampoco han hecho nada. ¿Dónde están los voluntarios? ¿Dónde están las flotillas de la libertad? No están en ninguna parte, porque no hay ningún judío al que ofender, linchar o eliminar. Así es nuestra izquierda, así son nuestros solidarios.

Algunos, los más sinceros, reconocen que de lo de Siria no quieren saber nada porque la rebelión de los ciudadanos oprimidos ha sido secretamente instigada por la CIA, como si los oprimidos y acribillados dejaran de darles lástima cuando los americanos van a ayudarles, como si su tic antiamericano fuera tan bestia que prefirieran a los del otro bando.

Nuestra izquierda solidaria demuestra una vez más su sectarismo y su bajeza moral. Y que todo lo que hace está basado en el resentimiento y el odio y no en la compasión y en el amor. Son una banda.

Dentro de pocos días, cuando toque bombardear Irán para evitar que se haga con la bomba atómica, dirán una vez más que Israel vulnera los Derechos Humanos. Como si Irán tuviera pensado respetarlos, como si Irán no nos estuviera apuntando a la espera de tener su armamento atómico para destrozarnos.