LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÌO

El ascenso al poder de Muhamed Morsi (MM) como presidente de Egipto en unas elecciones democráticas en junio pasado, ha creado una nueva realidad política en ese país. MM, surgido de la Hermandad Musulmana (HM), organización con una cosmovisión religiosa radical islámica; le “arrebató” el triunfo al candidato del Ejército, institución que dominó a Egipto durante las tres décadas y que gobernó de manera autoritaria el presidente Mubarak, derrocado el año pasado tras las violentas revueltas de la denominada “Primavera Árabe”; de las que se tiene conocimiento estuvieron alentadas por movimientos fundamentalistas que han buscado establecer regímenes teocráticos basados en la aplicación de la Saharia (Ley Islámica).

Hasta hace poco tiempo, y durante décadas, la HM estuvo proscrita en Egipto.

Efectivos de la HM se integraron al grupo terrorista de la Yihad Islámica Palestina para asesinar al presidente egipcio, Anwar el Sadat en 1981, después de que este firmara un Acuerdo de Paz con Israel en 1979, el cual, a pesar de los beneficios que ha tenido para ambas naciones, ha sido cuestionado por una parte importante de la población egipcia, y en general, por el mundo árabe.

Los egipcios guardan un fuerte resentimiento contra Israel por la humillante derrota que sufrió su Ejército en la Guerra de los Seis Días de junio de 1967, en la cual tan sólo el primer día del conflicto bélico, Egipto perdió 286 de sus 420 aviones de combate, que no pudieron despegar, así como 13 de sus más importantes bases aéreas y 23 estaciones de radar; Israel sólo perdió 19 de sus 250 aviones de combate. La HM ha empezado a “explotar” ese sentimiento antiisraelí; en la televisión egipcia se han proyectado escenas en la que líderes de la HM incitan a la población a “marchar sobre Jerusalén”.

Israel y EUA han buscado un acercamiento con MM; en este ámbito, la HM ha prometido “construir una democracia moderna que respetará las libertades individuales, el mercado libre y los compromisos internacionales, incluyendo el Tratado de Paz con Israel”. Sin embargo, analistas políticos consideran que ello podría ser una ilusión, en virtud de que, a pesar de que la HM ha renunciado a la violencia, la ideología fundamentalista no es compatible con la democracia. No obstante, la ayuda militar de EUA a Egipto por 1,300 millones de dólares al año, podría ser un freno a la actitud antioccidental de la HM y obligar a que MM acelere los cambios políticos.

MM al asumir la presidencia se vio acotado por diferentes medidas que le impuso el Supremo Consejo de las Fuerzas Armadas, encabezado por Mohamed Husein Tantawi, para garantizar los privilegios de la gerontocracia y alfil del dictatorial presidente Mubarak. Sin embargo, en el momento en que los egipcios rompían el Ayuno del Ramadán, el 5 de agosto pasado, un comando de terroristas Yihadistas, procedentes del desierto del Sinaí, mataron a 16 soldados egipcios en la frontera entre Egipto e Israel y se internaron a este último país con propósitos bélicos, empero, fueron detenidos por la aviación israelí.

Tres días después, el Ejército egipcio realizó una operación terrestre y aérea para “garantizar el control y restaurar la seguridad en la Península de Sinaí”, fue la primera vez en décadas que se registraron ataques aéreos del Ejército en esa región en donde su presencia está restringida por el Tratado de Paz con Israel de 1979. Igualmente, el gobierno egipcio ordenó sellar los túneles de contrabando existentes entre Egipto con la Franja de Gaza y a través de los cuales se registra un continuo trasiego de armas, personas y diversas mercancías; desde la caída de Mubarak, el Sinaí se ha convertido en una región insegura donde merodean terroristas Yihadistas coludidos con extremistas palestinos y tribus beduinas.

Bajo el pretexto de falta de seguridad en el Sinaí, MM pasó al retiro a Tantawi y anuló el decreto constitucional que daba amplios poderes a los militares; también pasó a retiro al jefe del Estado Mayor del Ejército, Sami Anan; MM les dio una salida digna ya que permanecerán como “asesores presidenciales”.

MM recuperó las riendas de Egipto; no obstante, no se descarta que los militares pudieran alentar un golpe de estado.

Por lo pronto MM enfrenta el reto de superar el deterioro que experimenta la economía egipcia resultado de las revueltas populares.

Por otra parte, la inestabilidad que se registra en Siria, derivada de la guerra civil que vive ese país y que ha causado ya más de 20,000 muertos, está afectando a sus vecinos, particularmente a Turquía y a Jordania. Rusia, a fin de no perder su base militar en el puerto de Tartus en Siria, y tampoco su influencia política en la región; así como los jugosos negocios que realiza con Siria, se ha opuesto a la intervención militar de fuerzas extranjeras, China ha respaldado la negativa de Rusia. Al final de cuentas se prevé que las acciones bélicas culminaran con el derrocamiento del presidente Bashar El Assad, lo cual llevaría al poder a los fundamentalistas Suníes, lo que también fortalecería a los terroristas de Hamas en Gaza, constituyéndose en retos para la seguridad de Israel y de Occidente.

En este contexto, crece la preocupación de que Israel en un futuro cercano podría atacar a Irán ya que considera que este último ha hecho avances “notables” en su programa nuclear; Irán vía terceros ha atenuado las sanciones económicas que le ha impuesto Occidente. Diferentes fuentes oficiales de Israel, han expresado que el país “ya está listo para una guerra con Irán”.