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29 de Agosto 2012.-El escritor Marcos Aguinis no sólo desató un fuerte debate en la dirigencia de la comunidad judía argentina tras la columna publicada en el diario La Nación sino que avivó una elevada discusión en los foros que circulan en la web.

Tal es el caso del foro de debate abierto que funciona en el sitio Pensandonos.com.ar que sirvió como escenario de cruce de ideas y análisis de lo escrito por Aguinis en la columna titulada “El veneno de la épica kirchnerista”, que si bien estuvo orientada a hacer una radiografía del gobierno kirchnerista terminó generando opiniones sobre si el autor banaliza o no el Holocausto.

Osvaldo Lerner abrió el juego con una serie de preguntas irónicas: “¿Aguinis banalizando la Shoá? ¿(Aníbal) Fernández nos defiende del fuerte antisemitismo? ¿Es una broma?”.

Lerner admitió en su opinión que a Aguinis “se le fue la mano”, pero consideró que “dice cosas que algunos no podemos evitar pensar”.

Fabiana Krongold, quien parece que tiene una amplia carrera de debate en los foros, se manifestó consternada por la polémica desata por el escritor y apuntó que el tema ya había sido analizado en otro sitio dedicado a la Shoá y el antisemitismo.

“Gente ofendida porque Aguinis ‘justificaba el nazismo’. Podemos entender que se critique la comparación por exagerada o más aún por directamente injusta, o por que banaliza la Shoá. Pero decir que es antisemita… Desgraciadamente la historia humana está plagada de guerras, genocidios y crímenes aberrantes, en pos del ‘bien universal’. Algunos serán cínicos que se valen de esto en su provecho, pero lo más ominoso es que muchos creen sinceramente en que esto es lo mejor para la humanidad…”, agregó.

Fue justamente Krongold quien en este debate fue directamente al punto que generó la discusión y es esa frase en la que Aguinis hace referencia a los militantes que responden a la dirigente Milagro Sala.

“Las fuerzas (¿paramilitares?) de Milagro Sala provocaron analogías con las Juventudes Hitlerianas. Estas últimas, sin embargo, por asesinas y despreciables que hayan sido, luchaban por un ideal absurdo pero ideal al fin, como la raza superior y otras locuras. Los actuales paramilitares kirchneristas, y La Cámpora, y El Evita, y Tupac Amaru, y otras fórmulas igualmente confusas, en cambio, han estructurado una corporación que milita para ganar un sueldo o sentirse poderosos o meter la mano en los bienes de la nación”, opinó Aguinis en su columna, publicada el pasado 21 de agosto.

José Chelquer, en cierta manera, analizó la cuestión del idealismo y advirtió que el error es “darle un valor positivo” a esos ideales.

“La capacidad del hombre para construir ideas y darles entidad es admirable, pero también puede ser la fuente de las peores canalladas. El idealismo romántico es el padre directo de muchas de las barbaridades de los nacionalismos de los siglos XIX y XX”, señaló.

Incluso Chelquer mencionó a los movimientos fundamentalistas, que también son “profundamente idealistas”. “El idealismo no es una excusa ni una justificación; en todo caso puede ser la explicación para una conducta desmesurada. Una conducta ética requiere mecanismos de compensación y control para que las ‘ideas puras’ no conduzcan a conductas inhumanas”.

Diana Wang, presidenta de Generaciones de la Shoá en Argentina, también opinó sobre el artículo de Aguinis y calificó como “desafortunada” la frase en la que hace referencia a las Juventudes Hitlerianas.

“Creo que la comparación que hizo entre las huestes de Milagro Sala y las Juventudes Hitleristas integra el capítulo de la banalización de la Shoá, capítulo que está siendo escrito por doquier, por gentes de todos los frentes y contrafrentes. El escritor ya había hecho esa comparación otra vez en un episodio de flores entregadas a la presidenta. Alguien como Aguinis no incurre en un error así sin darse cuenta. No podemos adjudicarle ignorancia ni inocencia”, consideró Wang, quien lamentó la inclusión del término.

Respecto del tema de los ideales, que fue lo que disparó la desaprobación, Wang consideró que Aguinis lo formuló de manera “poco clara” dejando abierta la posibilidad de “una justificación del nazismo que, no tengo dudas, está lejos de sentir y pensar”.

“Aguinis no fue claro porque habló de ‘ideales’ y no se refería a ideales en el sentido ideal, a algo bueno o deseable, sino a la ideología racial”, argumentó.

Wang desestimó que la dirigencia comunitaria deba pronunciarse en repudio a este hecho como si hubiera hablado por todos los judíos. “No me parece necesario y creo que sería exagerado hacerlo. Aguinis no integra ninguna de las instituciones de la comunidad judía argentina, es un ciudadano argentino como cualquier otro, escritor muy conocido y editorialista político”, agregó.

Aida Kopec transmitió su respeto por Aguinis aunque aclaró que no siempre coincide con sus opiniones. No obstante consideró que se debería “reflexionar más sobre los valores del judaísmo en lugar de estar siempre a la defensiva”.

Diferente fue el análisis de P.Y. quien consideró que Aguinis está siendo víctima de un “sádico canibalismo” a raíz de un exabrupto.

“Insinuar que Aguinis podría llegar a justificar la Shoá es el equivalente a caer en uno de dos errores: la ignorancia o la perversidad. Y en ambos casos, la responsabilidad es toda del lector que así decida interpretarlo”, advirtió P.Y.

Sin embargo, P.Y. aclaró que “ni los ignorantes, ni los perversos, son el verdadero problema, sino el resto. Aquellos que disfrutan de observar desde la torre de marfil cómo se desarrollan los acontecimientos para poder conversar livianamente acerca del tema”.

“La mayoría de los comentarios que escuché sobre este asunto fueron resueltos con un nivel de asepsia, de distanciamiento… hablando de Aguinis como si nadie lo conociera, como si nadie conociera su pasado”, señaló

Para P.Y., “Aguinis no justifica ni justificó, ni justificará jamás, la Shoá”. “Que alguna organización haya salido a defenestrarlo es para mí un error importante. Para bien o para mal, Aguinis siempre bregó por el bienestar de Israel y confío en que siempre lo hará”, expresó.

José Chelquer es responsable de este debate que tuvo muchas otras opiniones importantísimas que tal vez no se ven reflejadas en este artículo. “La idea es que la gente pueda pensar y discutir, y no se quede esperando a que otros lo hagan por ella”, explicó.

“Pensándonos es un sitio abierto a quienes sienten la necesidad de compartir inquietudes, discutir, pensar, enseñar, aprender y elaborar temas que les preocupan, especialmente los ligados a la realidad judía en la Argentina, la situación en Israel, y otros afines”, agregó Chelquer.

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