EXCELSIOR

31 de agosto 2012.- El terreno donde surgió a partir del 1937 el campo de concentración de Buchenwald, cerca de la ciudad de Weimar en el este de Alemania, podría convertirse en patrimonio de la humanidad en 2017.

Así lo pidieron las autoridades de la ciudad de Weimar al argumentar que el lugar es “una prueba elemental de los crímenes del régimen nazi en Alemania y de la historia del siglo XX”.

La eventual candidatura fue anunciada este viernes por el ministro de Cultura del estado de Turingia, Christoph Matschie, con el apoyo de Volkhard Knigge, director de la fundación del memorial de Buchenwald.

Sin embargo, la decisión para presentar la candidatura para que sea declarado patrimonio de la humanidad ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la tendrá el Ministerio Federal de Cultura.

Esa dependencia adelantó que para 2017 cada estado federado podría presentar hasta dos candidaturas.

Después que la ciudad de Weimar ya fue nombrada patrimonio de la humanidad por la Unesco, por su época clásica, las autoridades de la ciudad pretenden ahora enfatizar el doble significado de ese lugar a través de un nuevo reconocimiento.

“Esta es la responsabilidad que nos imaginamos a través de esta petición”, dijo Matschie, tras considerar que tan distintas son la época clásica con el periodo nazi, y sin embargo, tan relacionadas resultan en esta ciudad.

Varios sobrevivientes del campo de concentración contribuyeron a atestiguar la fuerte conexión entre la ciudad y el campo de concentración en el curso de la Segunda Guerra Mundial.

El campo de concentración de Buchenwald, situado en la colina de Ettersberg, se mantuvo activo de 1937 a 1945 y fue uno de los más grandes en territorio alemán.

Según estimaciones, unas 250 mil personas estuvieron presas, entre judíos y opositores políticos y procedentes de todos los países de Europa.

Aunque Buchenwald no fue propiamente un campo de exterminio como Auschwitz, se calcula que alrededor de 56 mil personas murieron ahí por causa de enfermedades, trabajos forzados, torturas, experimentos médicos y fusilamientos.

El campo fue significativo también por la presencia de un gran número de prisioneros políticos, opositores alemanes políticamente organizados y que habrían tenido algún papel en la liberación de Alemania.